Teresa Ribera es una de las figuras claves en el gobierno de Pedro Sánchez, toda vez que es la actual vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Si a eso le unimos que fue la cabeza de lista del PSOE a las elecciones del Parlamento Europeo, no cabe duda de que esta madrileña nacida en Madrid en 1969 juega uno de los principales roles dentro del partido. Pero ¿qué sabemos de su vida personal o de las aficiones que le ayudan a despejarse de su complicada agenda política?
Lo primero que destaca en el perfil de Teresa Ribera es su amor por el ecologismo y su compromiso con el cambio climático. De hecho, forma parte de su agenda política como ministra para la Transición Ecológica. Si a esto le unimos su profesión como jurista, tiene mucho por hacer.
Ella misma lo deja muy claro: “Vivimos un tiempo crucial. La capacidad que tengamos todos de desarrollar políticas verdes que aceleren la transición energética va a determinar toda nuestra vida próxima. No ya en el futuro lejano, sino en el inmediato, en el aquí y ahora”.
Pero ¿qué hace cuando tiene tiempo libre? ¿A qué dedica los pocos ratos que le dejan sus quehaceres políticos y su labor como madre de tres hijas? Según explica en el medio oficial del PSOE, “El Socialista”, aprovecha cualquier momento para salir a pasear, y si es por la naturaleza, mejor que mejor. No en vano, Teresa Ribera es una amante del senderismo, especialmente si lo hace por parajes espectaculares como Doñana (en primavera) o por la sierra de Guadarrama en cualquier momento del año. A fin de cuentas, queda mucho más cerca de casa y cuenta con parajes maravillosos.
Además del senderismo, Ribera es una ávida lectora y tiene como autora fetiche a Almudena Grandes, “no sólo porque era una gran escritora, un ejemplo de feminismo y de compromiso social. Y además del Atleti, como yo”, explica para “El Socialista”. Y es que la ministra considera que las novelas de Grandes son capaces de reconciliarnos con las mejores virtudes de los seres humanos.
Entre sus libros favoritos, se encuentran “Los besos en el pan” o “La madre de Frankenstein”, a los que une otro título de Luis García Montero: “Completamente viernes”.
Por otro lado, Ribera disfruta también cocinando, destacando su habilidad a la hora de hacer postres. Esta destreza culinaria la combina escuchando música, sobre todo el pop rock de los años 80. Y si hay que hablar de un grupo fetiche, esos son “Los Secretos”, uno de los más grandes que ha dado nuestro país.
Asimismo, tal y como explica en esa entrevista, como buena madrileña no le importa degustar un buen cocido o el típico bocata de calamares. Eso sí, el primero si se trata de comer reposadamente y el segundo para acompañarlo de unas cervezas.
Si bien la vicepresidenta tercera se relaja saliendo a caminar al campo, cuando le toca elegir un lugar donde retirarse de vacaciones y descansar, no tiene dudas. Y aunque resalta que España cuenta con zonas maravillosas, se queda con Menorca. Esta isla balear es dueña de numerosos tesoros naturales, especialmente en forma de pequeñas calas entre acantilados y pinares. En el caso de Teresa Ribera, se queda con dos parajes donde siente una desconexión total: el Camí de Cavalls y la Cala Morell.
Finalmente, hay que recordar que su marido es Mariano Bacigalupo, abogado nacido en Buenos Aires (Argentina) y doctor en Derecho, con quien tiene tres hijas. Ambos viven en Majadahonda (Madrid).