La vuelta al cole está a la vuelta de la esquina y la inflación hará que los padres tengan que pagar hasta 600 euros por hijo entre uniformes, material escolar, etc. Para afrontar ese gasto, muchas personas están recurriendo a pedir créditos, pero ¿es una buena idea? El economista Luis Garvía nos lo explica en ‘Todo es mentira’.
Los niños y los gastos escolares son gastos esenciales, necesarios para que pueda existir el llamado ascensor social, según ha explicado Garvía: “Tenemos que gastar en material escolar para nuestros menores, y si no tenemos dinero, hay que pedir préstamos. Pero animar a la gente a pedir préstamos en esta situación es muy complicado”.
Los tipos de interés están subiendo, por lo que endeudarse puede salirnos más caro y las entidades de crédito pueden salir ganando. “Si hay río revuelto, los pescadores se ponen las botas. Hay mucha gente que con esta situación se están poniendo las botas, aunque son minorías”, ha afirmado Garvía.
Según el experto, a la subida de los tipos de interés y a la gran inflación que estamos viviendo en España hay que añadir que mucha gente “no ha salido de la crisis desde 2008”. Es más, la afirmación de que ya hemos gastado los ahorros de la pandemia es engañosa porque “estamos tratando de meter a mucha gente en el mismo saco”: “Hay gente que en pandemia ha perdido su trabajo o no ha podido estudiar porque no tenía Internet. Esa gente apenas tiene ahorros y está en situación de vulnerabilidad”. Y ha dado un preocupante dato: “2,2 millones de niños están en situación de pobreza”.