La rebelión de las cismáticas monjas de Belorado ha vivido un giro de 180 grados tras la realidad compartida por el que fue su portavoz durante cuatro meses, José Ceacera. Al parecer, las eclesiásticas llevaban una vida totalmente "desorganizada", ya que "se levantaban a las doce" o tenían "excrementos de perros" en la planta superior del monasterio de Orduña sin recoger "durante cuatro días".
En 'Código 10' hemos accedido en exclusiva a una conversación entre la madre abadesa y Ceacera que confirmarían que las monjas que se enfrentaron a la Santa Sede pidieron ayuda a la Pía Unión para afrontar unas deudas. "Vista la situación solo nos queda hacer un pago ya de 1200.000 euros o si en este momento no se puede otra cosa 225.000 euros, mejor 230.000 euros, por si acaso y que quede cerrado el contrato, por favor don José, rapidez", reza el mensaje.
Su exportavoz entonces se plantea si realmente recibió la llamada de las monjas de Belorado para afrontar "cuestiones doctrinales", ya que más bien le parecía que existían solamente intereses económicos en su formación. "La Pía Unión encontró a un benefactor de forma fiable, pero para separarse de la iglesia no tenía ningún sentido", asegura José Ceacera.
Además, hemos conocido otros mensajes que destapan la debilitada relación que prevalecía ya en aquellos meses entre la unión de Ceacero y las cismáticas monjas. Su exportavoz asegura que en todo momento las defendió y que no recibió la misma respuesta por parte de las otras. "Las apariciones que hice en prensa fue para defenderlas mientras que ellas callaban y dejaban que fuésemos vilipendiados y dijeran barbaridades", lanza.
"'Han dicho que ustedes nos conocieron en marzo de 2023 y, en abril, pidieron el préstamo para darnos el dinero a nosotros'", reza el mensaje escrito por Ceacero. "¡Jesús!, son unos buitres carroñeros", respondió la madre abadesa.