Javier tiene 26 años, es profesor de primaria y llega al restaurante del amor en busca de una mujer con ''un mínimo de inteligencia'' porque se considera una persona ''curtida'', además confiesa que no tiene vergüenza ni la conoce. Cenará con Ynés, una chica de 29 años a la que le encanta meditar, leer e investigar sobre psicología y el cuerpo humano.
Durante la cita, ambos han descubierto que comparten su pasión por el gimnasio e incluso él le ha invitado a ella al suyo, algo que Ynés ha aceptado sin dudar. En un momento dado, nuestra soltera le ha preguntado a su cita por su edad, y él la ha animado a adivinarlo: ''30'', pero él respondía que no, y ella seguía intentándolo: ''No me digas que eres más viejo, 32'', y él respondía incómodo: ''26 ¿tan viejo parezco? Casi me hunde''.
''¿Qué buscas ahora mismo, qué te gustaría encontrar?'', le ha preguntado Javier a su cita, y ella se ha sincerado: ''Una persona para algo estable, sana si es posible y construir un proyecto juntos de pareja. Me gusta el sexo, no tengo ningún fetiche, me gusta casi todo, no he tenido ninguna experiencia que implique a otros participantes, pero no lo descarto y me gusta el sexo conectado con mi pareja''.
Javier, también se ha confesado: ''Me pone cachondo, para qué mentirnos. Yo soy muy fogoso cuando estoy enamorado. Podemos echar uno, luego otro, y así hasta reventarnos''. A la hora de pagar la cena los dos solteros han querido jugar a 'piedra, papel, tijera' para decidir quién tendría que pagar, Ynés ha perdido, pero ambos se lo han tomado con humor y Javier le ha propuesto algo: ''Nos quedamos otro ratillo y así pasamos más tiempo juntos.
Javier e Ynés han pasado un muy buen rato y así se lo ha hecho saber él a ella en el momento de la decisión: ''Para que no mire el móvil en toda la conversación, se me pase rápido el tiempo y me sienta cómodo, la verdad es que la persona me tiene que llamar la atención'', y ella ha bromado: ''¿A quién no le llamo yo la atención?''.
Nuestro soltero ha aceptado tener una segunda cita: ''Lo hemos pasado bien, nos ha faltado tiempo para conocernos mejor y si lo hemos pasado bien en la primera cita, en la segunda lo podemos pasar mejor''. Ynés también ha querido una segunda cita: ''Me lo he pasado súper bien, he hablado cosas que no pensaba que íbamos a hablar, así que ¿por qué no?''.