Eva acude muy feliz al restaurante de ‘First Dates’ porque sabe que ha ido para tratar de conocer a una persona con la que pasar el resto de sus días y volver a enamorarse. Es una empresaria jubilada argentina muy orgullosa del país del que proviene y ha venido al programa porque hace que no siente el amor desde el “año 2000”.
“No me ha llegado nadie que me fleche”, cuenta Eva a Carlos Sobera. La soltera, para que caiga rendida ante los pies de alguien, necesita que esa persona la pueda aguantar porque “charla” mucho, simpático y que le llame todas las mañanas para saber cómo se ha despertado. En definitiva, busca a alguien que sea muy romántico. Además, busca una relación estable.
Carlos Sobera, en cuanto termina de conocer todo lo que necesita Eva para que se enamore de nuevo tras más de 20 años sin sentir lo mismo, acude a las puertas del restaurante para conocer a José, quien será la cita de la soltera en ‘First Dates’. Es un ingeniero de minas y rentista jubilado que vive en Madrid y que ha acudido al programa para buscar a alguien porque la edad parece que se le “está echando encima”.
Sin embargo, nada más verse, José ya parece irritarse en cuanto Eva le trata de usted: “No me gusta que me llamen de usted porque tengo una muchacha colombiana que ha estado a mis servicios cuatro años y sigue llamándome de usted”. Pese a ese desliz, José parece que le ha atraído físicamente.
En cuanto se sientan en la mesa, tanto José como Eva tienen el momento perfecto para conocerse aún más. Sin embargo, parece que la chispa del amor no saltará mucho en la cita, puesto que José apenas puede escuchar a su cita con sus problemas auditivos. Además, parece que el físico que tiene José no le ha fascinado a Eva: “Tiene un año menos que yo y parecería que tiene 10 años más que yo”.
“Es mayor que yo, ¡qué tipo va a tener! Es imposible. Pero no busco yo una persona que tenga un tipazo y que tenga 20 años. Es más, yo a una chica de 20 años es que ni la miro”, cuenta el soltero a las cámaras del programa. Parece la conexión es prácticamente inexistente en la cita.
“No te gusta mucho el cine ni el teatro. Por lo tanto, no hay acercamiento. Lo lamento mucho”, cuenta sin tapujos Eva a José en la decisión final. La cita que han mantenido tanto José como Eva no ha tenido conexión en ningún momento. Además, los problemas auditivos que tiene el soltero ha hecho que apenas puedan entenderse. Por lo tanto, sobre si mantendrán una segunda cita, tanto Eva como José tratarán de encontrar a esa persona con la que pasar el resto de sus días por su cuenta