Josep tiene 27 años y llega desde Tarragona a 'First Dates' en busca del amor. La relación ideal para nuestro soltero sería acabar casándose y tener hijos, algo que admite que para él es ''un orgullo''.
Nuestro soltero confiesa que no ha tenido una infancia fácil debido a su discapacidad, pero demuestra que ahora lo lleva con humor al gastarle una broma a Carlos Sobera: ''Me falta un brazo. En un zoológico metí el brazo donde no debía...es broma. Es genético, nací así''. Mientras Josep le contaba le historia, el presentador flipaba, pero se reía al descubrir la verdad.
Josep se ha abierto sobre su situación ante las cámaras del programa: ''Siempre he dicho que a la vez que es una debilidad también es una fortaleza muy grande porque te hace decir o espabilas o eres inferior a los demás porque te falta una parte de tu cuerpo''.
Cenará con Ana, una chica de 27 años que se considera muy optimista y activa. Durante la cena, Josep le ha hecho la misma broma sobre su discapacidad a Ana y ella se lo ha tomado muy bien: ''El hecho de que tenga la prótesis me es completamente indiferente, de hecho le he visto al entrar y no me he dado ni cuenta''.
Ambos se han abierto por completo, han compartido sus hobbies e intereses y los dos se han mostrado muy interesados en los gustos del otro, pero han descubierto que hay algo que no tienen en común: las ganas de tener hijos.
Josep le ha contado a Ana que busca estabilidad y que le encantaría ser padre, pero ella no ha estado de acuerdo: ''Yo la verdad que los niños no...no me llevo muy bien ni con los niños ni con los animales'', y Josep se ha quedado totalmente sorprendido con su respuesta.
Por otro lado, Ana ha querido saber qué tipo de relación busca Josep y él ha explicado que se considera ''de mente cerrada'', pero ella ha afirmado ser todo lo contrario: ''Siempre he querido tener una pareja abierta. Con 17 años me di cuenta que era bisexual''.
Además, Ana ha mostrado su interés por ir a club liberales, algo que no le ha hecho gracia a su cita: ''Creo que si entro los ojos se me pondrían blancos, me asustaría en ese sentido. No creo que lo intentase, me da respeto, pero cada uno es libre de hacer lo que le dé la gana''.
Tras la cena y descubrir que no tienen muchos puntos en común, Ana y Josep se han vuelto a ver las caras para tomar una decisión ¿dejarán de lado sus diferencias y se irán juntos?
''He estado guay, he estado cómodo'', admite Josep, y ella estaba de acuerdo, pero ambos han coincidido en que no coinciden en nada. ''No tendría una segunda cita porque no he encontrado nada en lo que no podamos coincidir'', explica Ana y él le da la razón: ''Yo tampoco porque soy diferente en muchos aspectos''.