'¿Quién quiere casarse con mi hijo?' sigue su curso e hijos y madres parten junto a los solteros a diversos destinos. Destinos muy variados y que muestran un poco más si cabe parte de la vida y seguramente del futuro que les espera a estos solteros. En caso de que sean los elegidos, claro. Pero antes ha habido trayectos largos que nos han dejado momentazos de todo tipo. Como el de Jordi, que tras decir Rubén que se irían a Huelva, el soltero no lo ubicaba: "¿Huelva dónde está?".
"Yo tengo un poco de duda, porque yo tan abajo no he ido", confesaba Jordi. Rubén le explicaba que está en la otra polaridad donde vivía: "O sea, en diagonal. Al sur, colindando con Portugal". Además, el hijo de Mariví le contaba a todos que habían cogido un minibús para llegar a la ciudad andaluza: "Así nos conocemos mejor".
A pesar de no ubicarlo geográficamente, Jordi tenía una cosa clara: "No es porque esté cerca eh, porque con este bus así cortito con el minibús, yo creo que el viaje será un poco intenso". Pero no iba a ser la única confusión geográfica que iba a haber en este tercer programa de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'.
En medio del trayecto a Huelva, ya avanzada esta intrépida excursión de madre e hijo con solteros, Rubén avisaba a todos de que pararían en Mérida, capital y núcleo institucional de Extremadura. Esta vez era Cristian quien iba a conocer un nuevo desconocido hasta entonces desconocido para él: "Yo no sabía ni que existía". Pues bien, lo que estaba claro es que ya lo iba a conocer, puesto que Rubén iba a tener una cita con el soltero en el famoso Teatro Clásico de Mérida.
Cristian le desvelaba a Rubén que era su primera cita como tal: "Me agobia pensar en enamorarme. La imagen que doy no es lo que tengo. Siempre he sido un chico malote. Ahora ya no soy como antes, quiero estabilidad". Rubén no se creía del todo estas palabras. De hecho, ya tenía clara su decisión antes de sentarse a hablar con él: "Bueno, muchas gracias por esta cita, pero te voy a decir que no continuamos conociéndonos".