Han pasado exactamente 21 años de aquél fatídico 11 de marzo de 2004 en el que fallecieron 193 personas a causa del mayor atentado terrorista que se recuerda en España y el segundo más grave ocurrido en Europa.
Pese a los años y a los 700 folios de la sentencia del 11M después de cerca de 5 meses de juicio en la Audiencia Nacional -por donde pasaron más de 300 testigos y unos 30 peritos-, queda todavía en el imaginario colectivo mucho misterio oculto tras el trágico atentado. 'Código 10' trae el especial '11-M: Las incógnitas sin resolver'. En él han participado Javier Gómez Bermúdez, el juez del 11M; María Yolanda Martínez, profesora; Ignacio Cembrero, periodista; Alfonso Ojea, periodista de la Cadena SER; Guillermo Fouce, psicólogo, y supervivientes como Isabel Barrionuevo, entre muchas otras.
Todos ellos desenmascaran sus propias reflexiones del suceso más cruel que se recuerda en la capital. Entre las 7:36 horas y las 7:40 de aquél jueves, diez explosiones se sucedieron casi de forma simultánea en cuatro trenes de cercanías de Madrid.
Los atentados tuvieron lugar a tan solo tres días de las elecciones generales del 14 de marzo de 2004. Los partidos llegaron a acusarse mutuamente de no desvelar la verdadera versión de los hechos, lo cual desembocó en una tremenda confrontación política que arribaría a las urnas. Por todas las hipótesis que se desarrollarón -como por ejemplo que ETA había sido la responsable del atentado-, se sucedieron las distintas teorías de la conspiración.
¿Quién fue el ideólogo de las explosiones? ¿Quién adquirió los móviles que activaron las bombas en los trenes? ¿Quiénes fueron los que elaboraron las mochilas bombas? Todas estas cuestiones y muchas más se ponen sobre la mesa en el especial del programa dirigido por Nacho Abad y David Alemán.
Varios de los entrevistados, como el juez Bermúdez o Alfonso Ojea, coinciden en que podrían existir más de un responsable por la tragedia y que nunca han sido detenidos o incluso, interrogados. La razón principal de ello está en que el comando terrorista que ejecutó el atentado no pudo ser juzgado porque fueron inmolados en un piso de Leganés. "Siempre queda la duda de que actuó más gente y no fue detenida", detallan.
El dolor que provoca no saber con claridad estas incógnitas es todavía mayor en las personas que sobrevivieron al atentado. Las secuelas físicas y psicológicas de la tragedia revelan la necesidad de seguir hablando sobre el 11M pase el tiempo que pase. Así nos lo han hecho saber los supervivientes, que exigen más luz al caso. "No he conseguido saber todo lo que quería", dice una.