El pasado domingo Belén Cortés, educadora social de Castuera (Badajoz), era asesinada por tres menores de entre 14 y 15 años en un piso tutelado de la capital pacense. Hay abierta una investigación para esclarecer el origen de los hechos que está bajo secreto de sumario. Sin embargo, fuentes policiales contactadas por Nacho Abad han dado más detalles sobre lo que pudo suceder en el crimen que ha generado un intenso debate en los últimos días.
Se está poniendo sobre la mesa la seguridad de los educadores sociales cuando trabajan con menores conflictivos y la posible condena de los responsables de la muerte de la mujer de 35 años. El presentador de 'Código 10' ha desvelado cuál podría ser el móvil del crimen.
Al parecer, María Belén llegó a eso de las 8 de la tarde al piso tutelado. Acudía hacer su trabajo, como de normal. Cerró con la puerta del centro a las 10:30 horas aproximadamente con la única llave que tenían en el interior del centro. "Se queda dentro, en su despacho y los menores se quieren fugar. La única manera que tienen es pedirle la llave", relata Abad.
Entonces comienza la verdadera tragedia para la educadora, a la que llegan a golpear y estrangular los menores en varias ocasiones. Todo, con el objetivo de escaparse del piso, algo que terminan logrando. Huyeron hacia Mérida, aunque tuvieron un accidente a las afueras de la ciudad. Tras ello, fueron detenidos por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.
Cabe destacar que había otro menor en el piso, que fue testigo de todo lo que ocurrió. Este fue de hecho el que dio la voz de alarma, una vez que ya huyeron los otros con los que estaba en el centro.
David Collantes trabajó como vigilante de seguridad en un centro de menores en el que también fue empleada Belén, la víctima del crimen. Ha relatado algunas agresiones que tanto él como otros compañeros sufrieron por parte de un mismo interno. Una de ellas fue un tremendo golpe en la tibia y el peroné por el que fue hospitalizado.
Laura García Horrubia es educadora social y sabe muy bien por lo que están atravesando miles de compañeros de profesiones que cuentan el peligro al que se enfrentan día tras día. Ahora está de baja, pero hasta hace muy poco la mujer sufrió intimidación por parte de uno de los menores con los que trabajaba.
Asegura que sus denuncias no llegaron a ningún punto. Pedía 'walkie-talkies', la presencia de alguna persona en los pisos tutelados y, en definitiva, una mayor protección ante la inseguridad con la que trabajaban. "Nos vamos a la calle los que hemos reivindicado", ha compartido.