Las exabadesas de Belorado han relatado unos fenómenos paranormales que vivieron durante su estancia en el monasterio de Derio, en Vizcaya. Allí habitaron entre los años 2011 y 2020. Aseguran que vieron "al diablo" y que no se trataba de un fantasma ni un ente muy diferente del ser humano. "Son presencias personales, no son fantasmas. Es alguien que mira, que te odia y que te va a hacer daño", cuenta una hermana.
Tras ver su hartazgo en el convento -donde explican que no podían llegar a trabajar tranquilamente por el fenómeno sobrenatural que les increpaba-, decidieron contactar con el arzobispo Mario Iceta para poner solución a su problema que les impedía hacer vida. Así que decidieron que lo mejor era contactar con exorcistas, pese a ser un personaje muy poco aceptado dentro de la Iglesia.
"Le pedimos que trajera a un exorcista y nos puso a un confesor ordinario que venía cada 15 días, que era exorcista de la diócesis", explican. Este individuo estaba disponible las 24 horas del día para ellas. Según cuentan, acudían a él cada vez que notaban un paso, un susurro o cualquier movimiento del ente sobrenatural que supuestamente les increpaba.
Pese a los intentos por controlar el fenómeno paranormal -hablan de objetos que se movían, bebés que lloraban o risas lúgubres, entre otros-, Iceta llegó a la conclusión de que el monasterio de Derio estaba embrujado.
"Mario Iceta cree que el problema es el propio lugar, que puede tener restos de aquelarre", aseguraban a Francisco Canals en una entrevista que hemos podido ver en 'Código 10'. "'Si es el sitio no hay nada que hacer'", les dijo.
A las exabadesas de Belorado les facilitaron hasta 3 nombres de personas encargadas en gestionar el exorcismo, según cuentan. Desde Madrid y Francia, estas personas serían las elegidas para acabar con los fenómenos paranormales que les atemorizaban a diario. "La respuesta fue contundente", dicen.
Mario Iceta les comunicó finalmente su huida del convento "por su salud".