David Collantes trabajó como vigilante de seguridad en un centro de menores en el que también era empleada Belén, la educadora social asesinada el pasado domingo por tres menores en Badajoz. En 'Código 10' ha relatado una dura vivencia que sufrió a manos de un interno cuando intentó tranquilizarle cuando iba "a por una empleada".
Sus esfuerzos por calmarlo no depararon en buen fin, ya que fue agredido por el menor. "Caí al suelo del 'patadón' que me dio", relata. "Me partió la tibia y el peroné", prosigue, explicando que tuvo que cogerse una baja por la agresión.
Ese mismo interno del centro fue el que, según David, también propinó golpes contra otros de los trabajadores del centro. "Le machacó la rodilla a un compañero y no puede ya ni trabajar", asegura. En una situación parecida, el mismo menor "estuvo a punto de quitarle el ojo" a otro empleado.
Además, Collantes puntualiza que la persona que le sustituyó también vivió una agresión por su parte. "Entró otro compañero para cubrir mi plaza y a la semana, el tobillo partido", señala.
También hemos podido contar con Laura García Horrubia, una educadora social que ha denunciado la falta de protección en el sector. En línea con el vigilante de seguridad, ha relatado otro duro testimonio al aseguran que llegaron a apuntarla "con un cuchillo".
Tras darse de baja, reconoce que no tiene "miedo a nada" y que ha decidido pedir más formación y recursos para que no ocurran situaciones trágicas como la que ha sucedido en Badajoz con Belén.
Fuentes policiales contactadas por el presentador de 'Código 10' aseguran que el móvil del asesinato de la educadora social de Badajoz estaría en torno al intento de huida de los menores que la estrangularon.
Belén llevaba consigo la única llave del piso tutelado. Al parecer, los dos chicos y la chica decidieron golpearla para conseguir esa llave y escapar una vez que cerró la casa. El otro restante presenció de los hechos y fue, precisamente, el que dio la voz de alarma de lo sucedido.