¿Por qué hay que operarse el apéndice antes de ir a la Antártida?

Viajar a la Antártida puede ser una experiencia única llena de aventuras por visitar paisajes inexplorados con un entorno extremo donde la naturaleza manda. Debido a este tipo de entorno, quienes deseen realizar alguna expedición científica o trabajar en alguna de las bases permanentes que hay en el continente helado, se tienen que someter a una intervención obligatoria: la apendicectomía preventiva.

Esto no es solo una curiosidad médica, es una necesidad basada en la seguridad para quien vaya a pasar un tiempo en la Antártida, aunque no es un requisito universal para todos los que visiten el continente, sino que está asociado con aquellos que van a pasar períodos largos allí.

¿Por qué el apéndice es un riesgo?

Lo primero es conocer el contexto médico de la Antártida. Éste es un continente bastante remoto y frío, donde se pueden alcanzar temperaturas por debajo de los -80ºC. A causa de su aislamiento, la infraestructura médica de la que disponen es extremadamente limitada. En las bases científicas cuentan con sus propias instalaciones sanitarias básicas, pero, en algunas no se pueden realizar intervenciones quirúrgicas debido a la falta de recursos.

La mayoría de los médicos que se encuentran trabajando en esas bases científicas son generalistas. Están capacitados para atender emergencias menores, pero no tienen la especialización ni tampoco el equipo médico necesario para procedimientos más complejos.

Además, en caso de emergencia, el traslado aéreo de los pacientes es muy complicado y costoso. Durante los meses de invierno, las condiciones climáticas hacen que los rescates médicos sean casi imposibles. Debido a esto, hay que focalizar en la prevención de cualquier problema de salud que pueda derivar en necesidad de una intervención de cirugía, y la apendicitis es uno de estos casos.

La apendicitis es una inflamación del apéndice, un pequeño órgano tubular que se encuentra en la parte inferior derecha del abdomen. Su función exacta aún no se comprende del todo, pero ésta es una de las emergencias quirúrgicas más comunes. A pesar de ser tan común, una complicación que derive a una peritonitis, que es como se denomina a cuando es una infección grave, puede ser incluso mortal.

El riesgo de sufrir una apendicitis es impredecible, puede pasar en cualquier momento y sin aviso. Esto hace que el apéndice pueda ser una potencial amenaza cuando se está en lugares donde la atención sanitaria es reducida o escasa. Por ello, antes de viajar a la Antártida se recomienda, a las personas que vayan a pasar largos periodos de tiempo allí, que se extirpe de manera preventiva.

De hecho, en 1961, ocurrió uno de los incidentes más conocidos relacionados con este tema. Leonid Rogozov, un médico soviético de 27 años, tuvo que operarse a sí mismo de apendicitis en la base Novolázarevskaya. En ese momento no había posibilidad alguna de evacuación, haciendo que Rogozov tuviera que intervenirse a sí mismo con la ayuda de un asistente que sujetaba un espejo para que pudiera ver como hacerlo. El médico soviético sobrevivió a esta operación, pero este caso es un ejemplo bastante llamativo de los riesgos que pueden existir por la falta de atención métrica adecuada.

Desde ese momento, las bases científicas han implementado políticas más estrictas para reducir al mínimo el riesgo de emergencias quirúrgicas. Países como Estados Unidos, Australia o Reino Unido, exigen que el personal que vaya destinado a misiones antárticas se someta a una apendicectomía preventiva, sobre todo, en los casos que las estancias se alargan. Estos criterios varían entre los países y organizaciones que trabajan en el continente, por lo que, es esencial que los trabajadores que vayan a participar en expediciones antárticas, puedan consultar cuáles son los requisitos médicos y recomendaciones.

La apendicectomía no es la única operación recomendada, ya que, algunas organizaciones también recomiendan o requieren la extracción de las amígdalas. Estas provocan infecciones de garganta graves que pueden suponer otro desafío médico, y en un lugar donde el acceso a los antibióticos u otros tratamientos avanzados es limitado, cualquier medida preventiva es poca. Estas medidas, aunque son invasivas, están justificadas por la necesidad de garantizar la seguridad de las personas que estén en el continente helado y reducir los riesgos.

Sin embargo, hay que destacar que no todos los programas antárticos requieren que sus participantes se sometan a una apendicectomía. En gran medida, la decisión depende de las políticas específicas del programa antártico nacional, la duración de la estancia, la ubicación concreta dentro de la Antártida y la disponibilidad de instalaciones médicas, ya que en algunas estaciones sí que están muy equipados para hacer frente a diversas emergencias.

Al igual que la exploración y la investigación antártica evolucionan, también lo hacen las estrategias médicas que se emplean para asegurar la seguridad y el bienestar de quienes trabajan allí.

Temas

Noticias Cuatro