Muchos estarán hartos de recibir llamadas telefónicas en las que se hacen pasar por un banco o que les ofrecen una oferta laboral, ya que han aumentado en un 500%. Y no son solo una estafa, sino que detrás hay todo un tramado que recluta e incluso secuestra a gente en China para que cometa esas estafas.
“Hola, hemos recibido tu currículum, escríbenos a este número para continuar el proceso”, es una frase que se repite mucho en las llamadas telefónicas. Detrás de esto hay un auténtico entramado mafioso. En la mayoría de ocasiones son de origen chino aunque operan en varios países del sudeste asiático.
Yotor, 19 años, era una de las víctimas atrapadas en un centro de estafas en Myanmar. Fue liberado este mes tras una operación conjunta de China, Myanmar y Tailandia. Dentro del complejo, había más de 200 secuestrados: la mayoría eran víctimas del tráfico de personas obligadas a realizar llamadas telefónicas para estafar dinero.
“Nos daban los números de los clientes. Teníamos que entablar una relación con ellos porque les escribíamos haciéndonos pasar por mujeres”, subraya Yotor. “Cuando nos decían “te quiero”, les intentábamos lavar el cerebro para conseguir dinero”, añade.
Los criminales que dirigen el centro son completamente despiadados. Si los secuestrados se rebelaban o no conseguían estafar a la gente, tenían graves consecuencias. “Recibí muchos castigos, puñetazos y descargas eléctricas todos los días”, añade. “Si alguien no quería trabajar nos decían que estábamos en Myanmar, donde hay uno de los mercados más grandes para vender órganos humanos”, afirma Faysal, 21 años.
Las mafias se han dado cuenta de lo importante que es la barrera del idioma y están buscando internacionalizarse, por lo que es importante tener cuidado con las llamadas porque cualquiera podría convertirse en una nueva víctima de una organización criminal.
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