La ansiedad social, alimentada por las redes sociales: este trastorno afecta al 30% de los jóvenes
Entre un 12% y un 17% de los estudiantes experimentan dificultades para establecer relaciones sociales
Este trastorno puede llevar a problemas de interacción social y a una falta de confianza en uno mismo
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Un estudio de la Universidad de Alicante alerta sobre el elevado porcentaje de adolescentes con ansiedad social. Este miedo persistente a las situaciones sociales afecta al 29,7% de los adolescentes españoles de entre 11 y 18 años. Por sexos, es más común en las mujeres que en los hombres. Y es que entre los jóvenes, el 50% no pide ayuda cuando lo necesita por un problema de salud mental.
Sentirse más a gusto comunicándose a través de un móvil que en persona o preferir estar solo en clase -más que con compañeros- no siempre es timidez. En algunos casos, hablamos de ansiedad social.
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La ansiedad social, alimentada por las redes sociales
La ansiedad social es un trastorno que muchas veces está alimentada por las redes sociales. Esto afecta a todos los ámbitos de la vida de los adolescentes, con una especial atención en el entorno escolar. Los expertos señalan que las redes favorecen que entre los jóvenes tengan la necesidad de compararse con los demás a edades más tempranas con figuras que aparecen en redes sociales.
Este trastorno supone mucha ansiedad para los jóvenes que quieren integrarse dentro de un grupo de iguales. Entre un 12% y un 17% de los estudiantes experimentan dificultades para establecer relaciones sociales. Este trastorno puede llevar a problemas de interacción social, falta de confianza en uno mismo e incluso el aislamiento.
¿Cuáles son los principales síntomas de la ansiedad social?
La ansiedad social consiste en experimentar un temor intenso y persistente a ser observado o juzgado por los demás. Según 'National Institute of Mental Health', empieza en la infancia y puede aparecer en personas que tienen una timidez extrema o que evita las interacciones sociales.
Entre los síntomas más comunes se encuentra la sudoración, latidos rápidos del corazón, una postura corporal rígida, tener dificultad para hacer contacto visual o sentirse inseguro de sí mismo frente a otras personas. Aunque se puede tratar. Por lo general, se suele utilizar la psicoterapia, los medicamentos o una combinación de ambos.
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