Los famosos influencers o creadores de contenido se han convertido en un negocio. La mayoría de ellos utilizan sus redes para hacer publicidad sobre productos y colaborar con marcas a cambio de likes y engagement. Con la excesiva oferta de influencers, ha surgido otra corriente de creadores de contenido, los desinfluencers, que llegan a las redes para pedir que no nos gastemos el dinero de forma innecesaria.
Se acercan fechas de promociones como el black friday y ya los tiktokers no están diciendo qué comprar y qué no. El fenómeno de los desinfluencers ha emergido hace relativamente poco, pero ya acumulan más de 600 millones de visualizaciones en sus videos. Estos nos dicen los productos que no recomiendan y nos piden que pensemos dos veces las cosas antes de comprar ciertos artículos. Básicamente, es lo contrario de los influencers, pero siguiendo los mismos mecanismos y recursos de persuasión.
La experta en marketing digital, Natalia Olmo, nos explica cómo se comunican estos creadores de contenido: “Del exceso que hemos obtenido, nos tenemos que ir al otro lado: no consumas, no consumas”. Lo cierto es que muchos de estos tiktokers pueden utilizar la desinfluencia como una estrategia para generar beneficios en un futuro: “Ella te está incitando a que no compres excesivamente, con lo cual, el día que saque determinado producto te la vas a creer mucho más”. En muchas ocasiones, además, estamos ante en un negocio encubierto, “puede ser que una marca de la competencia te esté pagado por debajo para que desinfluencies sobre determinado producto”.
A diario nos topamos con miles de videos, comentarios, likes, y debemos saber que en la mayoría de casos somos parte de un negocio, ya bien sea mediante influencers o desinfluencers, porque, como dice Natalia Olmo, “influir y desinfluir es lo mismo”.
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