El Gobierno ha anunciado que regulará la actividad de los influencers, una figura que ha cogido fuerza en la sociedad durante los últimos años, sobre todo de cara a los productos y marcas que publicitan. De esta manera, el Gobierno de España ha aprobado el Real Decreto que regula su actividad y que estaba los criterios que deberán cumplir para ser considerados como tal. Según explica Sandra Mir en el vídeo, la nueva normativa afectará a aquellos creadores de contenido en redes sociales que tengan más de un millón de seguidores en algunas de sus cuentas y cobren más de 300.000 euros al año.
Se conoce como influencer a una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales, como puede ser Instagram, TikTok u otras plataformas como Twitch o YouTube.
Las compañías y firmas de diversos productos y servicios cada vez se apoyan más en la figura del influencer para, además de complementar su imagen de marca y darse a conocer, atraer a posibles clientes que utilicen sus productos.
A pesar de todo ello, hasta ahora, no había una pauta oficial en España que definiese qué personas se pueden considerar como influencers, así como qué actividades pueden llevar a cabo y responsabilidades tienen a la hora de publicitar productos.
A partir de ahora, los influencers además de vestirse de gala y hacer vídeos y fotografías para sus redes sociales, tendrán que cumplir con la nueva ley, que afecta a aquellos creadores de contenido en redes sociales que tengan más de un millón de seguidores, ingresen más de 300.00 euros anuales y suban un mínimo de 24 vídeos al año.
Según explica María Cordero, CEO de TWIC agencia de influencers, “yo creo que hay perfiles más pequeños, muy nicho, que influyen de una manera muy potente sobre su comunidad por lo que hay que profundizar un poco más en todo esto y no hablar de una generalidad”.
Los influencers estarán obligados a inscribirse en el registro estatal de prestadores audiovisuales, es decir, ahora se rigen por la misma ley que las televisiones, pero en individual.
A partir de ahora, tienen que cumplir con unas obligaciones muy claras. Tendrán que etiquetar los contenidos por edades, como las cadenas de televisión. También, deberán detallar de forma expresa y fácilmente visible cuando sus publicaciones incluyan material publicitario. De esta manera, los usuarios podrán tener en cuenta que se trata de un producto por el que el influencer está cobrando y, por tanto, es posible que, en caso de recomendar su uso, tenga intereses económicos. Algo que, según María Cordero, “los que son realmente influencers profesionales vienen señalando cuáles son los contenidos publicitarios desde hace muchísimo tiempo”.
Siguiendo esta línea, los influencers también deberán omitir la publicidad relacionada con sustancias que puedan ser dañinas o peligrosas para su audiencia. En concreto, no pueden publicar contenido de anuncios de tabaco, medicamentos o alcohol.
Los creadores tampoco podrán compartir anuncios que puedan causar un perjuicio físico o mental a sus seguidores, especialmente a los menores, como puede ser una dieta estricta y peligrosa para la salud, o la idea de un tipo de cuerpo perfecto concreto.
Quien no cumpla la ley podrá enfrentarse a multas de hasta 750.000 euros.