Los vecinos de la aldea de Froxán, en Lousame, son los creadores de una de las iniciativas más sostenibles: un coche comunitario. En medio de la España rural gallega se encuentran los 11 habitantes de Froxán, que luchan contra el cambio climático y la contaminación. Como informan Laura Queijeiro e Hidelgard Romero en el video, los vecinos comparten un único coche para sus desplazamientos.
La aldea coruñesa de Froxán es pionera en movilidad sostenible y comunitaria. Sus vecinos comparten un único vehículo para ahorrar en energía, contaminación y costes. Utilizan el coche eléctrico de la aldea como un medio de “transporte colectivo”, según explica Yoli Mato, una de las gallegas que forman parte del proyecto: “Esta iniciativa funciona precisamente para prescindir de los coches particulares y tener un único vehículo que sirva para dar servicio a toda la aldea”.
Un total de 11 personas comparten el coche a diario para sus desplazamientos particulares: “Ya han traído el coche, entonces como lo necesito para hacer unos recados, pues me dispongo a salir”. La organización es una de las claves para hacer que el proyecto funcione, como apunta Joám Evans, otro de los vecinos: “Tenemos una especie de aplicación de calendario donde se observan horas o incluso viajes recurrentes” .
El coche es eléctrico y se carga a través de unas placas fotovoltaicas que también dan servicio a las viviendas de Froxán: “Las cargas se hacen con la energía que produce la placa fotovoltaica de la comunidad".
La única norma que han establecido es dejar el coche con el mismo nivel de carga que se cogió. Por ahora, parece que la iniciativa está funcionando entre los vecinos, una comunidad energética que se ha convertido un ejemplo para la España rural.
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