Casi un mes después de la trágica DANA que arrasó Valencia, seguimos conociendo historias de afectados. Según informa Javier Blanco en el vídeo, la casualidad quiso que, a dos familias de feriantes de Lucena, Córdoba, la riada les pillara trabajando en Paiporta. Ahora, han vuelto a casa y el balance de daños es desastroso. Sus atracciones han quedado destrozadas y trabajan sin descanso para salvar la temporada alta que llega con la Navidad a la vuelta de la esquina.
Cuando el pasado 29 de octubre el agua arrasó con todo a su paso por Valencia, la casualidad y el nomadismo hizo que dos familias de feriantes de Lucena, en Córdoba, tuvieran sus atracciones montadas en la localidad de Paiporta. “Aquello era desolador cuando llegamos”, cuenta Andrés Pérez.
Hace pocos han regresado a su localidad y se afanan por salir adelante. “Las atracciones están todas destrozadas”, explica Francisco, “hay que empezar de cero para poder echarlas a andar”.
Tras muchas horas de limpieza toca evaluar los daños sufridos por las máquinas y, tras ver qué funciona y qué no, pasan a la siguiente atracción. “Esto es un bache”, dice Andrés, “hay que seguir adelante y volver con más fuerza y no rendirse”.
Aún les queda mucho por arreglar y trabajan a contrarreloj. La vida continúa y necesitan volver a trabajar pronto, además la Navidad está a la vuelta de la esquina y para ellos es una de sus temporadas altas del año.
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