La investigación por la muerte de un trabajador -tras el derrumbe de uno de los colegios afectados por la DANA- continúa en Massanassa. La Generalitat asegura que no había riesgo de “colapso”, pero el ayuntamiento dice que sí. Según informa Manu Reyes, los vecinos sostienen que había una alerta desde el siete de noviembre de no transitar por el riesgo.
Surge la polémica de nuevo por la gestión de la DANA. Los vecinos de Massanassa reciben a gritos a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, por la muerte de un operario después del derrumbe de un colegio. Los alumnos no habían vuelto a sus aulas y habían sido reubicados en otros colegios.
Durante este domingo, dos operarios de la empresa pública ‘Tragasa’ trabajaban en tareas de limpieza en el exterior. Una estructura metálica se derrumbó y mató a uno de ellos y dejó al otro herido. Los primeros días tras la DANA, los vecinos cruzaban por dentro del colegio al estar las calles completamente anegadas de agua y barro y se estaba sopesando la reconstrucción del colegio desde cero.
Tras el derrumbe, la indignación entre los vecinos ha vuelto a brotar. Si se observa el edificio desde arriba, se ve la estructura derrumbada que unía las aulas con el gimnasio. Hoy, ya no se puede pasar dentro del colegio Lluís Vives y Ausiàs March pero, hace tan solo cinco días, sus pasillos estaban llenos de barro junto a las puertas y ventanas rotas. En las paredes, pintados con barro, se leen insultos contra Mazón.
El ayuntamiento prohibió la entrada al centro por riesgo de derrumbamiento. Ni el presidente valenciano, Carlos Mazón, ni el conseller José Antonio Rovira han visitado la zona. La ministra de Ciencia, Diana Morant, ha querido destacar que “Mazón no se atrevió a pisar ese centro y a acompañar a una víctima más”. “Estaban haciendo lo que nos pidió el ayuntamiento y que nos están pidiendo que es la limpieza exterior”, señala José Antonio Rovira, conseller de Educación.
“En ningún momento había un informe de que el edificio tuviese un riesgo de colapsar”, especifica Rivera. Unas palabras que no comparte el alcalde de Massanassa. “El edificio ha sido revisado por arquitectos de la Consellería y ha catalogado como rojo el centro, lo que quiere decir que hay que derruirlo”, recalca el alcalde de la zona, Francisco Comes. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, subraya que el ministerio no veló lo suficiente por el operario fallecido.
La indignación ha vuelto a las calles de Massanassa. Los vecinos tienen muchas preguntas sin respuestas. “No lo puedo ver, he sido muy feliz ahí. He trabajado mucho y ha sido un golpe muy grande”, lamenta Eliezer, profesora jubilada del centro educativo. La principal hipótesis es que una de las palas utilizadas para quitar el barro golpeara la estructura y provocara el derrumbe del colegio público.
Este centro fue construido hace más de 50 años, después de que el ayuntamiento ocupara los edificios de las antiguas escuelas. El LLuis Vives y Ausiás March es uno de los cerca de 30 centros escolares que hoy, casi un mes después del paso de la DANA, todavía no ha abierto sus puestas. En su caso, va a tardar más en hacerlo porque tendrá que ser reconstruido por completo.
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