Nunca es tarde para formarse. Cada vez son más los mayores que desean acceder a la universidad para aprender y rodearse de estudiantes. El sueño de muchos de ellos es terminar con su formación o empezar a estudiar. Como informa Ana Martín en el video, ya son varios los mayores de 70 años que se encuentran matriculados en la Universidad de Granada actualmente.
Las instituciones académicas ofertan planes anualmente para que las personas mayores no se queden atrás en cuanto a su formación. Este fenómeno que rompe con la imagen tradicional de aulas llenas de jóvenes está revolucionando universidades como la de Granada. “Yo ya soy universitaria, hasta que me muera”, dice riendo Reyes Palacios, universitaria a sus 78 años. Reyes había soñado siempre con estudiar Historia del Arte y gracias al impulso de las instituciones, lo está consiguiendo. De hecho, hasta se plantea hacer un erasmus: “Si la universidad me lo permite, me voy de erasmus”.
La Junta de Andalucía ha proporcionado las Aulas Universitarias de Mayores. Estas representan un espacio para aquellas personas mayores de 55 años que quieren seguir con su formación. Incluye distintas áreas como la tecnológica o la social. La formación se desarrolla en las múltiples universidades de Andalucía y es financiada por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
En la Universidad de Granada se implementa el Aula Permanente de Formación Abierta, una iniciativa dirigida a personas mayores a 50 años. Enrique Alonso, de 72 años, nos cuenta su experiencia aprovechando la oportunidad que le brinda la universidad: “Se sigue envejeciendo, pero la verdad es que se envejece de otra forma”. Aunque haya gente que le dice que es una locura, Enrique sigue formándose, como Pepe Pérez, uno de los alumnos más longevos. Este se encuentra a sus 88 años terminando sus estudios de Ingeniería de la Edificación: “Hace mucho tiempo estudie arquitecto técnico. Ahora me han convalidado algunas cosas”.
La Universidad de Granada se ha convertido en un ejemplo con la iniciativa del Aula Permanente. Los alumnos pueden matricularse sin ningún tipo de obstáculo y sin ninguna exigencia previa. Esto ha incentivado la asistencia de decenas de mayores, que cumplen sus objetivos y hacen partícipe de ellos a profesores como Daniel Ríos, que expresa lo siguiente: “Nos enseñan que la edad es solamente un número porque para aprender cualquier momento es idóneo”
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