La Policía Nacional es el cuerpo de seguridad con más seguidores en todo el planeta. La viralidad de sus publicaciones en redes sociales es algo indiscutible. Con casi 10 millones de seguidores entre todas sus cuentas, la Policía Nacional se ha dedicado a difundir mensajes de todo tipo, como peticiones de ayuda ciudadana. En casos desesperados e investigaciones que llevan años atascadas, la Policía recurre a sus redes sociales para dar con una respuesta.
TikTok, X e Instagram son las redes más utilizadas por la Policía. Dada la afluencia y el éxito que tienen los cuerpos de seguridad en Internet, han conseguido resolver muchos casos con ayuda ciudadana a través de publicaciones. En varias ocasiones han difundido imágenes, videos o grabaciones de voz en sus redes sociales con el fin de resolver una investigación y dar con la identidad y el paradero de varios delincuentes. Como explica Laura Garaboa, parte del equipo de redes sociales de la Policía Nacional, los cuerpos publican "cualquier cosa que los investigadores consideren que puede ayudar a avanzar esa investigación".
En muchos casos se ha logrado capturar a delincuentes muy peligrosos, como es el caso de un asesino en serie y su efectiva identificación a través de la publicación de un video. Jesús Torrado, investigador de la Policía Nacional nos comenta cómo fue esta investigación: "El resultado fue increíble. Esa misma mañana habíamos ya puesto nombre a la cara que llevábamos buscando durante dos años".
Otro asesino del que no se sabía su paradero, también fue identificado de esta manera. Realizaba llamadas sospechosas y la Policía decidió difundir una de ellas: "en pocos minutos nos llamó una persona que le reconoció perfectamente". Lo más importante en estas situaciones es la colaboración ciudadana, pero como Garaboa dice, "los ciudadanos españoles están muy dispuestos a colaborar".
Los casos más delicados de publicar sin duda son aquellos en los que están implicados menores, de hecho, nunca se suelen publicar imágenes de ellos sin autorización. Hubo una excepción: un caso de pornografía infantil. Unas niñas se desnudaban en un directo de Instagram a petición de unos adultos que se encontraban conectados al canal. La Policía decidió difundir unas imágenes, ahora mismo pixeladas tras la resolución de la investigación, y el resultado fue sorprendente: "Una persona que había vivido en ese piso reconoció la habitación. Conocía a la persona que vivía actualmente en ese domicilio y sabia que tenia una hija pequeña", expone el subinspector David Reguero.
Aunque siempre se habla de las consecuencias de las redes sociales en la sociedad, no debemos nunca dejar atrás las cosas positivas que pueden aportar haciendo un buen uso de ellas.
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