Llega la digitalización al campo con una app: "Ahora un señor en la oficina me dirá qué tengo que cultivar"

La tecnología llega a los campos españoles. El cuaderno de campo de papel pasa a ser digital a partir de ahora. Un cambio que el sector no ha recibido bien. “Un señor en una oficina me va a decir qué tengo que sembrar cuando yo llevo trabajando aquí 50 años llevándolo todo al milímetro”, explica Jose Carlos Velasco, agricultor.

Los agricultores ven esta nueva imposición “demasiado exigente”. Ellos siempre han trabajo con un cuaderno de campo de papel donde anotaban todos los datos sobre su producción. “Aquí vienen todas las parcelas de mi explotación, todo lo que tengo cultivado. Hasta ahora lo hemos hecho manualmente. Necesitaríamos a una persona trabajando con nosotros”, lamenta David Revuelta, profesional del sector.

Una app que podría traer más problemas que soluciones

El papel de toda la vida será sustituido por una pantalla de móvil. Esta es la noticia con la que se han despertado los agricultores. Se trata de una medida que busca digitalizar todos los datos de los cuadernos de campo a una aplicación. El sector cree que este cambio solo puede traer más costes y más lentitud. “Cada vez que eches un abono tienes que parar e introducirlo en la app”, critica Ivana Martínez, secretaria General COAG Madrid.

La edad avanzada de los agricultores tampoco ayuda en la adaptación de este cambio. “La edad del sector tampoco es muy proclive a que lo puedan llevar en condiciones. Hay gente demasiado mayor que no se manejan con el móvil”, añade Martínez. Es el caso de José Carlos Velasco, quien asegura que “no tiene ni idea de cómo funciona”. “Se supone que se envían las fotos geolocalizadas al momento. Antes eran teledirigidas”, detalla.

“El futuro lo veo muy mal”, señala un agricultor

“Los mayores renuncian a las ayudas. Prefieren llevar sus olivas y cebadas y ya está”, confiesa Velasco, quien mira hacia el futuro con temor. Y es que estos profesionales llevan toda la vida pegados a un boli y un papel. “El futuro lo veo muy mal. El peor agricultor, si se junta con un buen asesor, puede ganar dinero. Un buen agricultor con un mal asesor no. Eso es triste cuando hablamos de la agricultura”, concluye Velasco.