Marta estuvo 10 meses sin ver a su perro porque su expareja se lo impidió cuando se separaron. Ahora, un juez acaba de indemnizarla. Según informa Lorelei Esteban, es la primera vez que ocurre. “Para mí es como un hijo. Tanto él como Gona, ese vínculo es parte de mi familia”, confiesa ella.
A Marta no le toca esta quincena, pero ya cuenta los días para volver a ver a su perro Heman. “Estoy super feliz, sobre todo porque ya ha acabado todo”, reconoce. Una sentencia obliga a su expareja a indemnizarla por impedir que viera a su perro tras haber dejado la relación.
Marta acabó su relación con su expareja y él le negó la posibilidad de ver a su perro Heman. “Le resulta más sencillo romper el vínculo afectivo que tengo con Heman y quitármelo”, sostiene ella. Sin apenas información y sin precedentes, se adentró en un proceso legal.
“A parte de la tristeza y de echar de menos a Heman, la incertidumbre me estaba matando. Igual puedes ver a Heman o a lo mejor no lo vuelves a ver nunca”, indica. Pero la Justicia le ha dado la razón: “Fue como ‘Dios, voy a volver a verlo. No me lo puedo creer’”.
Marta se reencuentra con Heman tras una sentencia pionera. “Es un procedimiento en el que tenemos que demostrar que hay un vínculo por las partes al igual que ocurre con los hijos”, describe Lola García, abogada.
Su expareja tendrá que indemnizarla con 600 euros por daños morales, además de pagar las costas procesales. El tiempo perdido sin la compañía de Heman ha sido reconocido por primera vez y no ha salido gratis.
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