Los médicos recetan ejercicio físico a los pacientes de cáncer como parte de su terapia. En el caso de los niños reduce además el tiempo de hospitalización en un 17%. Lo han comprobado en el Hospital de La Paz (Madrid), donde, además de mejorar su estado general, les hace más felices. El deporte en los pacientes con cáncer ayuda a que los tratamientos sean más efectivos, también han desarrollado una terapia a base de células CAR-T y un fármaco para pacientes con cáncer de mama.
Antonio es un niño de 13 años que llega, como todos los días, al gimnasio del Hospital de la Paz. Irene Salazar, madre de Antonio, explica: “Antonio llevaba muchos meses con mucho dolor de pierna, pero iba y venía. Tuvo un dolor por las noches insoportable y le salió una masa”. Ella se cuestionaba si la masa era un tumor y le dijeron que sí, que era un sarcoma de Ewing.
Junto con el tratamiento de seis meses de quimioterapia, los médicos les ofrecieron probar la Aceleradora Unoentrecienmil, un proyecto que acelera la recuperación de los niños con cáncer a través del ejercicio físico. Rocío Llorente, aceleradora de la Fundación Unoentrecienmil, comenta que el primer shock del niño a la hora de presentar el proyecto es: “¿Con lo malito que estoy voy a hacer ejercicio?”.
Ante la posibilidad de realizar ejercicio para su tratamiento, Antonio expone: “Me pareció un poquito contradictorio estar débil y tener que hacer deporte”. El caso es que desde el primer momento vieron los beneficios que aporta y que se dejan notar por días. Antonio dice: “Noto que, se supone que iba a perder músculo y (es) al revés, estoy ganando músculo”.
Rocío Llorente cuenta: “Haber mejorado un 50% la masa muscular de las piernas y de los brazos, ver que antes podía correr cierto tiempo seguido y ahora prácticamente lo duplica. Al final, después de lo duro que es el tratamiento, al terminar que esté mejor que como estaba al principio”. Los resultados son muy buenos, tanto clínica como anímicamente.
Teresa Álvarez, enfermera de Hemato-Oncología, relata: “Debido a los efectos secundarios de los tratamientos, estos niños suelen tener mucho cansancio o fatiga. Entonces el ejercicio físico les ayuda a mejorar su musculatura y su nivel cardiovascular”. Tanto es así, que reduce el tiempo de hospitalización hasta en un 17%. Y el caso de Antonio no es único, ya se han tratado 64 niños.
Rocí Llorente afirma “Que un niño que en condiciones normales estaría metido en una cama sin poder moverse, que corra la carrea de su cole como un niño sin enfermedad y que quede el cuarto de todo su curso es impactantes. Que tus ilusiones a mí me importan, que tú puedas salir de aquí y jugar al fútbol o subir las escaleras de tu casa, a nosotros nos importa”. Y Antonio asegura que “es mucho mejor hacer deporte que no hacerlo. Aun teniendo cáncer ayuda bastante".
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