Existen pastillas hechas con heces, un tratamiento muy efectivo para mejorar muchas dolencias relacionadas con nuestra microbiota. El equipo de informativos ha estado con varios pacientes y con un donante de heces. Josué Jara era el candidato perfecto para donar sus heces y él reconoce: “Yo nunca me ponía malo, parecía que tenía un sistema inmunitario bastante fuerte”.
Josué Jara tuvo que pasar un examen muy exhaustivo. Él explica: “Te hacen análisis de sangre, análisis de heces, tienes que cumplir un montón de requisitos. Te pone que no puedes consumir drogas, no consumir alcohol y llevar una vida que no sea sedentaria”. Esto es debido a que no sirven las heces de cualquiera, solo las del 2% de la población.
Rosa del Campo, microbióloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal, comenta: “Hemos tenido que rechazar a gente buenísima por tener un poco elevado el colesterol. Un viaje fuera de España, seis meses sin donar; un tatuaje o un piercing, seis meses sin donar”. Es un acto altruista en el que se dona una muestra cada dos semanas, el cual está ayudando a muchas personas.
Alejandra es una de las beneficiadas de estos tratamientos a base de heces y lleva cinco años con infecciones de orina recurrentes. Carmen Quereda, doctora de Enfermedades Infecciosas en el Hospital Universitario Ramón y Cajal, cuenta: “Es un problema relativamente frecuente, sobre todo en mujeres. Supone un uso de antibiótico muy frecuente con todos los efectos secundarios que esto conlleva".
Alejandra reconoce cómo le hace sentir su enfermedad: “Con malestar, con sensación de que me dolía. Te tomas un antibiótico y vuelve, te tomas otro y vuelve, y así constantemente”. Esto fue así hasta que ella se sometió a una transferencia de microbiota local. Alejandra asegura: “Lo que hacen es darte antibióticos para eliminar tu flora innata. Las pastillas son grandes y no te dan asco, son unas pastillas normales”.
Las pastillas son como otras muchas, se coge la muestra y se convierten en cápsulas liofilizadas con las bacterias del donante sano. Rosa del Campo expone: “Utilizamos sus heces para dárselas a otras personas que las necesitan”. Rosa del Campo dice: “Los pacientes que tienen un cáncer, muchos reciben antibióticos, los propios tratamientos de la quimioterapia también se cargan a las bacterias. A la gente que no responde frente a los tratamientos contra el cáncer, se les cambia la microbiota siendo el donante una persona que sí ha respondido”.
Todo esto se realiza con una materia que hasta hace muy poco se desechaba. Rosa del Campo afirma: “Es verdad que siempre se pensó que esos microorganismos no tenían ninguna importancia, porque era lo que caía. Es una muestra muy fácil de recoger porque todos los días todos vamos al baño. Date cuenta de que las heces resumen 12 metros de intestino”. El futuro ya está aquí, se va a tratar de regular como un medicamento, porque ya se ha demostrado que es una técnica sencilla, segura y eficaz.
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