Granada sigue el ejemplo de la ciudad de Nueva York y ha puesto el foco en los conventos en desuso para convertirlos en viviendas sociales. Según informa Ana Martín en Noticias Cuatro, aseguran que el objetivo es protegerlos de la especulación urbanística. Rafaela tiene 83 años y es una propietaria de cohousing (vivienda colaborativa). Muestra al equipo del informativo su nuevo hogar.
Hace tres meses, Rafaela se quedó viuda y necesitaba un sitio donde vivir y no estar sola. Ella comenta que los pisos están muy caros y que en este lugar al menos le sale más económico y está acompañada.
Por eso, esta vivienda colaborativa ha sido su salvación, tiene su apartamento individual y las ventajas de vivir en comunidad. Rafaela cuenta: “A mí me ha cambiado todo, por las personas y por el sitio”.
Poder seguir viviendo aquí, en su entorno, a un precio asequible y con gente alrededor. Con ese objetivo nace el primer cohosuing rural en Andalucía, en Frailes (Jaén). Para su construcción aprovecharon el solar del antiguo balneario de Frailes. Desde hace un año, este complejo residencial es una solución habitacional para mayores de 50 años
Saray Mudarra, administrativa del complejo, explica: “Son 60 habitaciones y hay disponibilidad para 90 plazas”. Patricia Moya, directora del complejo, expone: “Siendo socio de esta cooperativa, le da el uso y disfrute durante 40 años por unos 27.000 euros”. Son apartamentos que también se pueden alquilar por 950 euros al mes con todo incluido.
Patricia Moya expresa: “Al final son los servicios que te da un hotel, porque te dan la comida y te dan la limpieza”. Una señora que vive en el complejo dice: “Porque aquí estoy con gente y en mi casa estaba sola”. Otra señora que reside en el complejo expresa: “Me vine y estoy feliz. Un hotel de cuatro estrellas”.
El Pleno del Ayuntamiento de Granada aprobó por unanimidad el 28 de abril de 2023 un cambio en el planteamiento urbanístico de la ciudad. El objetivo fue promover que los conventos que se queden vacíos en la ciudad no puedan tener uso turístico, garantizando que no dejan de ser equipamientos.
Miguel Ángel Fernández Madrid, edil de urbanismo de Granada, aseguró: “Estos inmuebles religiosos, una vez sin uso, pueden pasar a ser utilizados para fines culturales, sociales o deportivos; cambiando su tipología, pero no la calificación de equipamientos”.
Según recoge El Independiente de Granada, las Comunidades Cristianas Populares lamentaron el cierre del centro nocturno de atención a personas sin hogar, y reclamaron que se ofrecieran los conventos y pisos del Arzobispado de Granada para dar una atención digna a estas personas. Las Comunidades Cristianas Populares comunicaron: “No se trata de caridad, sino de derechos y dignidad para las personas que viven en situación de calle”.