La terraza del Medusa Beach Club de la playa de Palma, que se derrumbó causando cuatro muertos y 16 heridos, no tenía licencia de actividad ni de ocupación. Según informan Esther Sosa y Marta Aguirregomezcorta en el vídeo, el informe de los bomberos concluye que el colapso se produjo por el sobrepeso y por las obras realizadas de forma irregular en el local. La Fiscalía ya tiene el informe y puede abrir una causa penal contra los dueños del local.
El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha dado una rueda de prensa en la que ha informado sobre las conclusiones de varios informes emitidos por los departamentos municipales de Obras, Actividades, Disciplina Urbanística, Protección de la Edificación y Bomberos.
Martínez ha adelantado que el Consistorio dará traslado del contenido de estos informes a la Policía Nacional y a la Fiscalía y que, en caso de abrirse una causa penal, se personará.
El jefe de Bomberos de Palma, Eder García, por su parte, ha apuntado como principal hipótesis del derrumbe a la suma de los sobrepesos provocados por unas obras anteriores y por una sobrecarga de comensales.
Sobre este último extremo, García ha apuntado a la posibilidad de que una recolocación puntual de las mesas para acoger a un grupo de 12 personas acabara por provocar el colapso que desembocó en el derrumbe. En la terraza, ha añadido, habría en aquel momento una veintena de personas.
Respecto al contenido de los informes, el del área de Actividades confirma que la planta sótano dispone de licencia de bar musical, la planta baja tiene licencia de restaurante, mientras que la terraza, como ha adelantado el alcalde, no tiene ni licencia de actividad ni de ocupación.
El informe de Obras, por su parte, constata que no había ninguna solicitud de licencia de obras y el de Disciplina Urbanística, que se abrieron expedientes en 2013, aunque ninguno referido a la zona concreta del derrumbe.
Sin embargo, en aquel año sí que se hicieron unas obras en el local que, entre otras medidas, supusieron la aplicación de una capa de mortero de unos cuatro o cinco centímetros y el recubrimiento de baldosas en la terraza, lo que provocó el sobrepeso al que se ha referido el jefe de Bomberos. Aquellas obras se hicieron a pesar de la solicitud de la actuación había caducado.
A raíz de aquella obra se abrió un expediente sancionador. Esta obra afectó a toda la cubierta superior a excepción de los dos extremos. Es decir, se reformó la parte de arriba del forjado, a excepción de la parte que colapsó.
Los Bomberos investigan igualmente cuántos kilos podía soportar realmente esta terraza y para ello están analizando partes del forjado y la vigueta con los que realizar algunas pruebas de laboratorio. Así se podrá definir completamente dónde se produjo la rotura y las causas exactas.
En 2023, además, el inmueble recibió una Inspección Técnica de Edificios (ITE) desfavorable, aunque no se comprobó si la propiedad había ejecutado las actuaciones encaminadas a subsanar las deficiencias.
En este punto, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha apelado a la responsabilidad de los propietarios. "La solución sería poner un funcionario en la puerta de cada uno de los 5.000 locales que hay en Palma. Parece una obviedad, pero no se pueden hacer obras ilegales ni se pueden llevar a cabo actividades prohibidas en locales de pública concurrencia que no tengan licencia de actividad", ha reiterado. Según han añadido, una decena de funcionarios se encargan de estas cuestiones.