Isabel se enteró a los 35 años que tenía un trastorno bipolar. Su diagnóstico casi llega demasiado tarde: “Intenté desaparecer. A raíz de esto, llegué al hospital y parecía una depresión. Fueron los peores meses de mi vida”. En España, el consumo de ansiolíticos ha aumentado por los trastornos mentales. Ahora, un simple análisis de sangre puede detectar si padeces esta enfermedad, según informa Patricia Pereda y Sara Pérez.
Los datos hablan por sí solos: 300 millones de personas en el mundo sufren depresión. El 40% de ellas podría estar mal diagnosticadas y tener en realidad un trastorno bipolar, que también alterna fases depresivas. “No puedes distinguirlo bien, sobre todo si es una persona joven con un primer episodio depresivo. No vas a saber qué tiene”, explica Eduard Vieta, psiquiatra del Hospital Clinic de Barcelona.
Las vidas como las de Isabel pueden cambiar a partir de ahora. Un ensayo clínico estudia, con un simple análisis de sangre, si una persona tiene un trastorno bipolar o no. “Lo que hace es evitar sufrimiento y a veces salvar vidas. El problema del diagnóstico erróneo es que, si tratas con una depresión bipolar como si tuvieses la depresión unipolar, te van a dar antidepresivos. Te va a curar la depresión, pero te van a poner eufórico y puedes acabar en el hospital”, afirma Eduard Vieta. Este ensayo utiliza la sangre porque “al final los genes están ahí y en el cerebro”.
Un paso gigante en psiquiatría que podría reducir el diagnóstico de ocho años a cuatro semanas. Este proyecto está financiado por fondos de la Unión Europea y ya está disponible en Italia y Francia. Se espera que en España esté lista a finales de año. “Tenemos una probabilidad del 83% de acertar qué tipo de depresión tiene el paciente”, recalca Vieta. Y es que con un diagnóstico a tiempo se podrán cambiar historias como las de Isabel, quien “durante muchísimo tiempo estuvo a oscuras intentando salir de una habitación de la que no sabía donde estaba la puerta”.