En 2050 la mitad de la población mundial va a ser alérgica al polen. Según informa en el vídeo Lidia Camón, en España ya son ocho millones de personas y el principal causante es el cambio climático. Se debe a tres motivos, a la subida de las temperaturas, a la alta contaminación que retiene el polen más tiempo en el aire y a los fenómenos extremos, por ejemplo, las tormentas hacen que haya cambios bruscos de humedad y que los granos de polen exploten.
A estas tres causas hay que sumar también que las plantas cada vez florecen antes. El ciprés antes florecía al final de febrero, el plátano de sombra lo hacía entre marzo y abril y las gramíneas y el olivo en mayo y junio. Por el calor estos árboles y otras plantas responsables de las alergias florecen un mes antes.
Los expertos prevén que aumente el pico de alergias en primavera con las lluvias que hubo a finales de marzo. La combinación de las precipitaciones, que nutren a las plantas y los árboles, y el aumento de las temperaturas, supondrán un aumento de la polinización.
Leticia Herrero, jefa de Alergología del Hospital Quirónsalud Málaga, explica que estos últimos años han aumentado los casos de alérgicos al polen, que pueden sufrir desde síntomas leves, como estornudos y lagrimeo, hasta importantes problemas de respiración por la falta de aire y los brotes de tos; que suponen tener que ir a urgencias.
Un paciente puede ser alérgico a los ácaros que hay en el polvo, a los pólenes y a otros alérgenos, como los hongos de la humedad o los epitelios de los animales. Leticia Herrero comenta que este perfil se ve muy afectado cuando llueve en primavera porque, aunque el polen se limpie del ambiente, también son sensibles a los ácaros. Esto hace que sus síntomas empeoren debido a que la humedad aumenta los ácaros en el ambiente.
Leticia Herrero cuenta que una vez pasan las lluvias, se produce un incremento de la polinización debido al aumento de las temperaturas, por lo que los pacientes con este tipo de perfil pueden no encontrar el alivio hasta que llega el verano. Durante abril continuará el incremento de la polinización, principalmente en las gramíneas y urticáceas, y a finales del mes llega la del olivo, según la zona geográfica.
Centrándose en las diferencias entre síntomas, Leticia Herrero dice que el polen incide más en los síntomas nasales y oculares. Esto lleva a que surjan estornudos, goteo nasal, los ojos rojos con lagrimeo y picor, e incluso dificultades respiratorias con tos y sonidos al respirar como un silbido. En algunas ocasiones los ácaros del polvo pueden provocar síntomas similares a los de un resfriado, pero no dura más de una semana. Los expertos recomiendan realizar planes individualizados para cada paciente, con la posibilidad de hacer inmunoterapia contra el alérgeno.