Desde el año 2013, 57 niños han sido asesinados por los padres, parejas o exparejas de sus madres. En los primeros cuatro meses del 2024 se han matado a más menores que en todo el año pasado. Se trata del peor inicio por casos de violencia vicaria desde que hay registros. Si a las cifras le añadimos el asesinato ocurrido en el Prat, siete pequeños han muerto a manos de sus padres y más de 1.400 están en riesgo de sufrir este tipo de violencia cruel por parte de sus propios padres.
Estamos ante el peor inicio de año por casos de violencia vicaria desde que hay registros. El año más negro hasta ahora fue 2017, con ocho asesinatos. En 2024 llevamos siete si contamos el ocurrido en Barcelona, donde un padre ha matado a sus dos hijos mellizos de ocho años, a su mujer y después se ha arrojado a las vías del tren.
La violencia vicaria es la expresión más cruel que existe en la violencia de género. El objetivo del hombre es provocar el mayor daño a la mujer. En los primeros cuatro meses de 2024 se han asesinado a más niños que en todo 2023. Si lo comparamos con el 2017, el año más negro hasta ahora, vemos cómo en el mes de abril de éste último había tres niños asesinados. En 2024, ya hay siete si contamos los de Barcelona.
“La protección absoluta no existe, pero sí podemos hacer más”, sostiene María del Prado Escoda, magistrada de la Audiencia Nacional. Ella asegura que el asesinato de los dos mellizos en el Prat “es un crimen machista por excelencia”. “Es una manera de hacer daño a la mujer a través de lo que más quieren”, añade.
El 2024 comenzó con el asesinato en Barcelona de dos niños de siete y diez años: Xavier y Noa. Su padre los mató y después se quitó la vida. Ambos estaban pasando parte de sus vacaciones navideñas con él, pero el progenitor no se los entregó a la madre. En marzo, ocurrió otro caso en una pedanía de Alboloduy (Almería). Los padres estaban separados y él tenía régimen de visitas pese a sus antecedentes por violencia machista. Acabó con la vida de las dos niñas de dos y cuatro años.
El siguiente fue el pequeño Ayax, de cinco años, que fue apuñalado mortalmente por su padre en Bellcaire d'Empordà (Girona). La madre acabó en estado crítico. Siete días después, un hombre ha matado a sus dos hijos mellizos en el Prat (Barcelona) y después se ha suicidado arrojándose a las vías del tren con una nota de perdón. Una vez que se confirme como violencia vicaria, serán siete los niños asesinados a manos de sus padres, la cifra más alta en lo que llevamos de año.