La foca Oza es uno de los focos mediáticos de A Coruña. Tras pasar un tiempo allí, ha escogido un nuevo lugar para descansar: el puerto de Laxe. Baldaio, Razo y las Illas Sisargas son las zonas por las que ya ha pasado este simpático animal. Desde el Centro de Estudios de Mamíferos Mariños (CEMMA) se ha destacado que se encuentra en buen estado.
La historia de Oza es bastante peculiar. Ella vino arrastrada por las corrientes desde el sur de Irlanda. En concreto, desde el caladero del Gran Sol. Los expertos están sorprendidos por esto, ya que son las crías recién nacidas, de entre tres y seis meses vida, las que acaban varando en las playas y puertos de la Costa da Morte.
La foca Oza fue descubierta por Juan Antonio Ceneto, según explican desde ‘La Voz de Galicia’. Fue bautizada con el nombre del primer lugar en el que fue localizada. Desde el Centro de Estudios de Mamíferos Mariños (CEMMA) llevan haciéndole un seguimiento desde el 30 de diciembre. Apuntan que tiene buen estado de salud y que se alimenta con normalidad. Se trata de una hembra de tamaño grande que pesa 100 kilos y que pertenece a la especie Halichoerus grypus, más conocida como foca gris y en gallego como lobo mariño cincento.
Su hallazgo ocurrió hace ya unos meses en A Coruña. Los expertos creen que vino arrastrada desde el sur de Irlanda, concretamente desde el caladero del Gran Sol. Los ejemplares adultos no suelen ser empujados por las corrientes y los temporales desde allí, aunque sí suele suceder con los recién nacidos. Desde la CEMMA piden que no molesten a esta hembra de foca gris que ha elegido el norte del país para disfrutar de unas vacaciones.
El Centro de Estudios de Mamíferos Mariños (CEMMA) lanza unas recomendaciones a seguir si se avistan focas en la zona. En Galicia es muy común que estos mamíferos acudan a nuestras costas. Hay que tener en cuenta que no hay que molestarlas acercándote a ellas. "Cada vez que tiene que levantar o girar la cabeza para ver qué estás haciendo, pierde descanso y gana estrés", señalan desde las redes sociales.
Si vas con un perro en ese momento, cógelo y evita que le ladre. En ese momento, avisa al 112 o al CEMMA y, si lo cuentas en redes sociales, no especifiques el lugar que ha escogido para descansar. Como máximo, cita el ayuntamiento de donde estés. El centro advierte del efecto llamada, que aumenta con los años, que ocurre cuando estos animales intentan descansar en nuestras costas.