La ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) se ha inspirado en el clásico juego de Hundir la flota para crear Salvar la flota. Es un juego que han puesto a la venta con fines humanitarios, con cuyas ganancias han fletado una misión de un barco de rescate llamado Aita Mari.
En Salvar la flota no hay que hundir barcos, sino rescatar pateras. El juego está recaudando bastante dinero para fletar al Aita Mari, un veterano buque de salvamento que zarpó camino de la zona central del mar Mediterráneo. Juan Luis Haro, médico y voluntario del Aita Mari, comenta que les sirve para restaurar el barco, reacondicionarlo y generar una estructura para así poder realizar misiones de rescate.
Esa misión ha tenido éxito, ya que tras varios días de travesía la tripulación del Aita Mari avistó una patera cerca de la costa de Libia y los rescataron. En ese momento comunicaron que había unas 40 personas en total, entre las cuáles no había mujeres, ni niños, ni bebés. Los 43 rescatados celebraron en la cubierta al haber abandonado la patera. Procedían de Egipto y de Sudán, pero sobre todo de Bangladesh. Días después fueron desembarcados en un puerto italiano.
Xabier Legarreta, director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco, cuenta que son muchos vascos los que se sienten orgullosos de los valores que hay detrás del proyecto ‘Aita Mari’ y que vinieron a transmitirles como siempre el apoyo desde el Gobierno Vasco.
El barco Aita Mari ya está de vuelta en Bilbao, tras terminar con éxito su duodécima misión en el centro del mar Mediterráneo. Es un ejemplo de cómo la realidad y la ficción se alían por una buena causa. Según ha informado la ONG SMH, el barco estará en el Itsasmuseum hasta finales de abril, después zarpará hacia Pasaia, lugar en el que participará en el Itsas Festibala.
La ONG estuvo presente en el Itsas Festibala para sensibilizar a la ciudadanía y para dar visibilidad al drama que viven miles de personas al tratar de atravesar el mar, además de destacar la importancia de que SMH pueda continuar con su labor.
La ONG también explica que estas actividades las realizan para seguir generando ingresos, ya que SMH tiene una campaña de ‘crowdfunding’ para así poder actualizar ciertas partes de la propia embarcación. Añaden que también lo hacen para acercar el proyecto a los ciudadanos vascos. Esto es debido a que los puertos base del Aita Mari se encuentran en Castellón.
La campaña de ‘crowdfunding’ buscaba la obtención de un presupuesto mínimo de 21.000 euros para realizar esta primera misión del año. En un comunicado de SMH se reflejó que la recaudación se realizaría a través de la plataforma Goteo y contaría con el apoyo de Fiare Banca Ética. La campaña estaba planteada para realizarse en un transcurso de 40 días.
A través de ese presupuesto mínimo pretendían subsanar el gasto de combustible que suponía esta primera misión. Su presupuesto máximo a recaudar era de 100.000 euros, con los que consideraban que podrían subsanar casi todos los gatos que suponía esta operación.