Tras la muerte de los dos guardias civiles en Barbate, se vuelve a poner sobre la mesa una petición histórica del colectivo: que su profesión sea considerada de riesgo. Este viernes, policías y guardias civiles han alzado su voz exigiendo la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y que no se tenga que lamentar ni una muerte más.
Guardias civiles y policías nacionales llevan años pidiendo que su profesión sea considerada de riesgo, sobre todo porque otros cuerpos como los Mossos d'Esquadra, la Ertzaintza o la Policía Foral Navarra ya lo son, porque son colectivos en los que hay un alto índice de morbilidad, tienen más probabilidad de enfermar, y de mortalidad.
Profesiones como bomberos, policías locales, profesionales taurinos, trabajadores aéreos, ferroviarios, los mineros y artistas como cantantes, bailarines o trapecistas son considerados de riesgo.
Esta consideración implica que puedes jubilarte antes sin sufrir recortes en la pensión que van a recibir.
Este viernes, 13 organizaciones de policías y guardias civiles se han concentrado frente a las delegaciones del Gobierno de España para exigir que no ocurran "más muertes por dejadez y falta de medios".
Denuncian la falta de medios para luchar contra el narcotráfico y contra la inmigración ilegal. Además, piden una mejora de sus condiciones: más protección, equiparación salarial y que el campo de Gibraltar se declare zona de especial singularidad.