Los costaleros tienen que trabajar la fuerza y la coordinación con el resto del equipo, por lo que, aunque tengan mucha preparación, las lesiones son muy frecuentes. Según informa en el vídeo Ana Martín, en Granada el Centro de Atención al Costalero utilizan la Inteligencia Artificial para mejorar el diagnóstico.
Dentro del Centro de Atención al Costalero de Granada se utiliza la Inteligencia Artificial para lograr algo que hace unos años era impensable. Mediante unos sensores se puede ayudar a corregir la postura o detectar cualquier fallo presente en el costalero. De esta manera pueden disfrutar de su pasión al 100%, sin que la carga de tantos kilos les dañe.
Jesús lleva 14 años siendo costalero, para él es una forma de vida que con la Inteligencia Artificial solo puede mejorar. Jesús comenta que este cambio les puede ayudar a seguir más años y a hacerlo mejor. Si Jesús se agachase por encima de 40º, el sensor vibrará para avisarle de que lo está haciendo mal y así evitar una posible hernia. Una medición que lleva incluso la morcilla del costalero, para leer la potencia, la aceleración y la velocidad o incluso localizarle. Son unos sensores que se utilizan en el deporte de élite.
El proceso comienza con unas fotos desde todos los ángulos de su cuerpo. Ahora tras conocer sus posibles debilidades se le colocan los sensores para corregirle. Una médica del Centro de Atención al Costalero de Granada cuenta que la IA son datos, para la capacidad de autoanálisis y para la capacidad de corrección. Añade que el costalero del futuro es un costalero que puede evitar lesionarse, conociendo su parte vulnerable y cómo evitarlo.
Un costalero es aquella persona que carga los pasos procesionales (plataformas que mantienen a las figuras religiosas) desde el interior. Utilizan un costal o una prenda de vestir para facilitar la carga, que la hacen aplicando la cerviz contra una trabajadera, el nombre de cada uno de los palos transversales que hay bajo el paso procesional.
Javier Fernández, médico de Urgencias y costalero, cuenta que la llaga en la zona de la cerviz (parte trasera del cuello) y las lesiones musculares en la espalda y en las piernas son las lesiones más frecuentes en un costalero. Otras lesiones frecuentes que se consideran leves son: las sobrecargas musculares y las contracturas, lesiones en los ligamentos de las rodillas y de los tobillos, y aquellas que afectan a la columna vertebral.
Por ello los médicos recomiendan: hacer una buena preparación física previa, colocarse correctamente el costal y la faja, y el buen posicionamiento del costalero bajo el paso procesionario para evitar así lesiones. Javier dice que un costalero afronta un trabajo intenso durante horas, en las que llega a soportar entre 35 y 40 kilos, incluso más en ciertos momentos.
También una vez iniciada la procesión, los médicos recuerdan que se debe repasar la posición: la pisada siempre se hace con toda la planta del pie, la postura ha de ser con la cabeza erguida y la mirada al frente, se debe contraer la musculatura abdominal y lumbar, respirar con sincronización y mantener el tronco recto.