La primera ley del aborto en España está a cumplo de cumplir 40 años. Aún así, la realidad de las mujeres que quieren interrumpir su embarazo es muy distinta. Es el caso de Laura, natural de Jaén, que tuvo que desplazarse a una clínica concertada de Sevilla. El año pasado hasta en 12 comunidades no se practicó ningún aborto.
“Me dijeron que tenía el síndrome de Edwards y me recomendaron que practicara el aborto porque podría poner en peligro mi vida”, indica Laura. Pese a la recomendación de un profesional, solo encontró negativas para llevarlo a cabo.
Laura quería abortar. Un profesional le había dicho que su vida estaba en riesgo porque su bebé tenía el síndrome de Edwards. Pero no había ningún médico que quisiese interrumpir su embarazo. “Después ya me enteré de que había una normativa de que en casi todas las provincias de España se podía abortar desde 2010. Una de las que no se podía era Jaén”, lamenta ella.
Desde que la ley entró en vigor en 2010 en Jaén, no se ha practicado ninguna interrupción voluntaria del embarazo. “Se supone que por objeción de conciencia, los médicos no quieren”, indica Laura.
Con la reforma de la ley del aborto, que entró en vigor hace un año, se recoge la obligación de que las comunidades autónomas creen un registro de objetores. “Están en su derecho, pero la realidad es que no hay tal registro”, señala Laura. Tan solo cuatro provincias lo llevan a cabo pese a que el objetivo es garantizar que haya médicos que realicen abortos en la sanidad pública.
“En Jaén nos sentimos que somos de segunda porque en las carencias siempre somos los primeros que las sufrimos”, indica María Balboa, colaboradora de la Plataforma 8M Jaén. Según los datos recogidos por Sanidad en 2022, hay 11 provincias -además de Jaén- en España que no practicaron ningún aborto de los casi 4.500 solicitados.