Las mujeres más jóvenes no están concienciadas en la lucha feminista. Este es el resultado de un estudio de la Fundación Fad revela que ha caído el porcentaje por primera vez desde que comenzaron los registros en 2017. La cifra cae por razones ideológicas y vuelven a ganar fuerza los modelos patriarcales, pese al aumento de la brecha salarial entre ambos géneros.
En el Día de la Mujer, los datos sobre la lucha feminista son desoladores. La lucha por la igualdad ya no es tan importante para ellas. En 2021, el 67% se consideraba feminista. Ahora, solo lo hacen el 57%. Una caída que también se nota en las cifras de los chicos tras bajar del 37% en 2019 hasta el 26% en 2023.
En medio del 8M, un estudio de la FAD-Juventud registra el porcentaje más bajo de mujeres que ven importante la lucha por la igualdad. Unos datos que en ellos también es visible. “Asocian el feminismo a la idea de un movimiento que va en contra de los hombres y que busca privilegios para las mujeres”, destaca Stribor Kuric, investigador de la FAD-Juventud.
Más de la tercera parte de los jóvenes piensa que las mujeres están mejor preparadas para cuidar de los hijos y un 13% asegura que no es bueno enseñar tareas domésticas, como cocinar o limpiar, a los chicos. La fundación indica que es “un punto de inflexión claro” porque “el movimiento feminista no había dejado de crecer en las mujeres”.
El estudio señala que las valoraciones de la juventud sobre el concepto de feminismo siguen siendo positivas en su mayoría. Casi seis de cada diez opinan que debe implicar tanto a mujeres como a hombres y el 47% apunta que es clave para conseguir la igualdad real. Pero sigue siendo una cifra baja.
El barómetro de 2023 advierte que "la juventud se está volviendo menos combativa ante la violencia de género, hasta el punto de llegar a justificarla o negar su existencia". El 18% afirma que la violencia de género no existe y que es un invento ideológico, casi el 17% asegura que es algo habitual dentro de una pareja y el 16,5% no lo ve como un problema si la violencia es de “baja intensidad”. Un negacionismo que aumenta pese a que el 87% asegura haber visto en su entorno cercano alguna situación de violencia machista.