Maxim Kuzmínov fue asesinado el pasado día 13 en el garaje de su casa situada en Villajoyosa, Alicante. Pese a que las primeras hipótesis iban enfocadas a un ajuste de cuentas, se descubrió que era un piloto que desertó del régimen de Putin para entregarse al Ejército ucraniano.
Los agentes creen que Kuzmínov fue asesinado por dos personas, ya que encontraron casquillos de dos armas distintas dentro del garaje. Su cuerpo recibió diez impactos y, aunque intentó escapar, fue arrollado por un coche. El vehículo fue hallado calcinado al día siguiente.
El piloto ruso, Maxim Kuzmínov, desertó del Ejército ruso en septiembre del año pasado, cuando el GUR ucraniano publicó unas imágenes en las que el piloto -que tenía 28 años en ese momento- explicaba cómo fue contactado por la inteligencia militar enemiga. Le ofrecieron pasarse al lado ucraniano a cambio de dinero y protección.
En esas imágenes, se puede ver el aterrizaje de Kuzminov con su helicóptero, un Mi-8 de combate, en una base militar de la región de Járkov, al este de Ucrania. La identificación de su cuerpo tardó más de lo habitual porque tenía una identidad operativa.
Maxim Kuzmínov tenía una identidad operativa. Es decir, un pasaporte legal que ofrecen los Estados a las personas que necesitan protección. Se trata de un documento legal con el nombre de una persona falsa. El piloto se escondió en Villajoyosa (Alicante), una decisión un poco desacertada.
Villajoyosa es una zona con una alta concentración de rusos y es el epicentro de la mafia rusa. Los primeros indicios muestran que podría haberse citado con su expareja y que por ese motivo podrían haberlo detectado. El jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, ha asegurado que Maxim Kuzmínov era “un traidor”. “Se convirtió en un cadáver moral en el momento en que planeó su sucio y terrible crimen”, sentenció sobre este piloto asesinado en Alicante.