El Juzgado mixto número uno de Barbate (Cádiz) ha acordado el ingreso en prisión provisional de los seis tripulantes de la narcolancha que el pasado viernes arrolló a una patrullera de la Guardia Civil y ocasionó la muerte de dos agentes en acto de servicio. Los otros dos individuos, que fueron arrestados cuando iban a recoger a los seis tripulantes en Sotogrande con un vehículo, han salido en libertad con cargos tras prestar declaración ante la autoridad judicial.
Entre los seis detenidos que han sido enviados a prisión está un vecino de La Línea de la Concepción, de 46 años de edad identificado como F.J.M.P. y conocido como 'Kiko el Cabra', con antecedentes por resistencia a la autoridad, desobediencia y blanqueo de capitales y quien presuntamente habría pilotado la narcolancha.
También está J.I.A.B., de 39 años, sin antecedentes pero numerosas infracciones, casi todas por tenencia y consumo de sustancias estupefacientes; M.C., de 24 años de edad y sin antecedentes; y otros tres tripulantes de 21, 24 y 28 años de edad, con antecedentes por tráfico de drogas, atentado a agente autoridad, lesiones, delitos contra el patrimonio y blanqueo. Todos ellos son de nacionalidad española salvo M.C., que se trata de un súbdito marroquí.
Por su parte, los dos que han salido en libertad son dos españoles de 34 y 54 años que cuentan con antecedentes por tráfico de drogas y contrabando. Fueron arrestados el primer día de los hechos como presuntos autores de delitos de contrabando, encubrimiento y resistencia grave a la autoridad al ser interceptados cuando iban a recoger en un vehículo a los tripulantes de la narcolancha después de que los mismos embarrancasen la lancha en una playa de La Línea.
Los agentes fallecidos son Miguel Ángel González Gómez, de 39 años, natural del municipio gaditano de San Fernando, miembro del Grupo de Especialistas en Actividades Subacúaticas (GEAS), con pareja y una hija; y David Pérez Carracedo, de 43 años, natural de Barcelona, integrante del Grupo de Acción Rápida (GAR), con mujer y dos hijos.
Ambos fueron despedidos por sus compañeros, familia y autoridades en los funerales celebrados en la catedral de Cádiz y en la de Pamplona. Los dos agentes fallecidos han sido reconocidos con la concesión a título póstumo la Cruz de Oro de la Orden del Mérito de la Guardia Civil.