Los agricultores se enfrentan a otro reto: evitar los robos en el campo. Y es que el sector no tiene un respiro. Tras tomar las carreteras para visibilizar sus reivindicaciones y sufrir las consecuencias de la sequía en los campos de almendros, llega un nuevo problema. En las zonas rurales ocurren 25 hurtos a diario, lo que ha generado la necesidad de invertir en medidas de seguridad.
“Cinco toneladas de semillas de patata y algunos productos fitosanitarios de nuestro almacén que luego venden a otros profesionales del sector. En total, es una pérdida de 5.000 o 6.000 euros”, explica José Antonio Patiño, gerente Hortime Villena, sobre los robos que ha sufrido. El equipo Roca de la Guardia Civil es el encargado de las investigaciones, detenciones y operaciones de los delitos en las zonas rurales. Desde que comenzaron hace nueve años, han reducido los delitos de hurto en un 56%.
Andalucía, Castilla la Mancha y la Comunidad Valencia son las comunidades donde hay más robos rurales. “Nuestra zona es prácticamente toda la zona de Alicante. Llevamos seis operaciones abiertas”, relata Carlos Izquierdo, Guardia Civil del equipo Roca IBI.
El agricultor José Pérez es uno de los afectados. Le han robado dos veces en la misma finca: “Me han quitado una furgoneta con todas las herramientas de riego, gasoil y baterías". Una vez expuesto el problema a los agentes, buscan su origen y su posible destino. “Miramos los mercadillos ambulantes y los mercados de abasto para ver cómo llega el producto al final”, señala Izquierdo sobre un nuevo frente que le llega a los profesionales del sector agrícola.