Donald Trump llega a la Casa Blanca y promete la nueva "era dorada de Estados Unidos". Durante su discurso como nuevo presidente, destacó el poco presupuesto de España en defensa y se equivocó cuando relacionó a nuestro país con los brics, una asociación de países con economías emergentes al que no pertenecemos y que no es del agrado de Trump.
Estados Unidos es el primer país al que exporta productos España, fuera de la Unión Europea: un 4,9% de las exportaciones en 2023, un 1,25% del PIB.
'En boca de todos' conectaba con el exdiputado del Parlamento Europeo, José Manuel García-Margallo, para conocer en detalle cuáles van a ser las políticas más importantes que va a llevar el mandatario y cómo podría afectar esto a España.
Margallo ha querido explicar cuáles son los países brics: "Es una agrupación de países como Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto y varios socios más que no son miembros permanentes. Agrupa más de 30% del PIB mundial y alrededor de un 44% de la población del planeta. Se caracterizan por desconfiar de occidente".
A Donald Trump no le gustan los países brics y según García-Margallo estos serían los motivos: "Están empezando a sustituir el dólar por las divisas locales en sus transacciones como por ejemplo el petróleo. Putin también ha mostrado su interés por hacerlo con el trigo y en definitiva crear una divisa alternativa a Trump".
Así mismo, el nuevo presidente de Estados Unidos tiene un plan si esto que intentan los países brics llegara a suceder: "Les va a poner unos aranceles muy grandes", decía Margallo.
Margallo ha querido contextualizar para entender por qué Trump quiere imponer cuanto antes algunas medidas y señalaba: "A Trump le preocupa el gran déficit comercial en favor de la Unión Europea, es decir, nosotros exportamos más que importamos y eso no le gusta nada al mandatario".
Además, asegura, que Trump echa gran parte de la culpa del declive de Estados Unidos está determinado por las reglas de comercio: "Su mensaje permanente es que las empresas americanas se han ido a otros países donde tienen regulaciones laborales más suaves, reglas fiscales menos estrictas y esto ha provocado pérdidas de puesto de trabajo. Unido a que los puestos que quedan en EE.UU. los americanos se los tienen que disputar con los inmigrantes.