Investigadores suizos han conseguido que dos personas con lesión medular vuelvan a caminar tras activar una zona del cerebro muy concreta. Wolfgang lleva casi 20 años en una silla de ruedas después de sufrir una mala caída esquiando. En este estudio, aplicado a enfermos medulares, se llegaron a diferentes conclusiones que serían claves en la recuperación de la movilidad, según informa Montse Ávila.
La primera persona que ha recibido esta terapia se llama Wolfgang Jäger, un austriaco que hace 18 años tuvo un accidente de esquí y quedó parapléjico. “En el año 2022, participé en un estudio de estimulación cerebral. Al principio, necesitamos creer que hay algo que puede ayudarnos, nos ayuda a seguir adelante”, confiesa Wolfgang.
El neurocientífico y coordinador del proyecto, Grégoire Courtine, afirma que estos resultados demuestran que el cerebro desempeña “un papel clave” en el proceso de recuperación de la marcha tras una parálisis.
Nuevo avance en la ciencia. Un nuevo estudio da esperanza a los enfermos con lesiones medulares. Se trata de la primera vez que se usa la técnica para el tratamiento de trastornos del movimiento, como el Párkinson, en el hipotálamo lateral. “Sabíamos que el cerebro era esencial tras una parálisis, pero no sabíamos qué parte. Sorprendentemente, todo apuntaba al hipotálamo lateral, que está enfocado en otras funciones como el hambre, pero no al movimiento", explica el doctor e investigador del ensayo, Grégoire Courtine.
Ahí es cuando se busca estimular esta parte del cerebro. “Es a través de una cirugía despierta y recibe dos electrodos que se implantan directamente en el hipotálamo. Cuando activas esos electrodos, se genera una necesidad de caminar", sostiene. Y es entonces cuando los resultados empiezan a llegar. "En ese momento, supe que estábamos ante un gran descubrimiento en la organización anatómica de las funciones cerebrales", sostiene la neurocirujana y codirectora del proyecto, Jocelyne Bloch.
"En cuestión de seis meses, vimos una gran mejora en los pacientes a la hora de moverse", describe la doctora. "Aplicamos estímulos directos para fusionarlo con la rehabilitación. En ese momento, pudimos ver el crecimiento de fibras nerviosas y creaban una recuperación prolongada de la movilidad", añade. Para Wolfgang, esto fue un cambio de vida.
"Mis músculos ganaban fuerza poco a poco con la estimulación. Es una gran sensación cuando no tienes que depender de otras personas todo el tiempo. Ahora, cuando veo una escalera, sé que puedo con ella”, reconoce Wolfgang. Un gran paso para la ciencia que supone todo un mundo para ellos.
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