Un ataque sin precedentes en el Líbano provocó que miles de 'buscas' -utilizados por la milicia libanesa- explotasen ayer. Se trata de una operación coordinada con una tecnología que pensábamos que era obsoleta. El proveedor fue quien le dijo a Hezbolá que escogiesen este modelo por sus bandas de radiofrecuencia, ya que se puede usar en zonas remotas. Su batería tiene una duración de 85 días pero tiene un hueco muy grande donde se pueden instalar dispositivos.
Este tipo de red de comunicación tiene algunas ventajas sobre otras como, por ejemplo, la seguridad, la batería de larga duración y la cobertura sin grandes infraestructuras de telefonía. La milicia libanesa cambió los teléfonos móviles por los 'buscas' para evitar que la inteligencia israelí rastrease a la gente con GPS.
La milicia libanesa Hezbolá acusa a Israel del ataque de seguridad sin precedentes y promete venganza después de los hechos. Los explosivos se habrían colocado previamente en 5.000 buscas y estos dispositivos manipulados habrían sido importados poco después. De momento, hay 12 muertos, entre ellos una niña y casi 3.000 heridos. Los explosivos fueron colocados junto a la batería con un interruptor para hace una detonación remota, según ‘The New York Times’.
Los buscas habrían recibido mensajes de líderes de Hezbolá antes de producirse las detonaciones. La gran pregunta que queda ahora es: ¿Quién fue el autor de los hechos? Y parece que esto no se podrá responder. Hablamos de una compañía que cede su marca a una empresa de Hungría y después, lo normal, es que se compre o se fabrique en China o se adquieran elementos para fabricarlo en suelo de la UE. Esta gran cadena impide conocer quién podría estar detrás de las explosiones.
Los 'buscas' eran en su mayoría el modelo AR924 y tenían el logo de una marca taiwanesa llamada ‘Gold Apollo’, cuyo fundador ha negado responsabilidades. Él afirma que fueron fabricados por una empresa con sede en Hungría ‘BAC’ y que tiene licencia para utilizar su marca. Israel guarda silencio, aunque esta noche se ha reunido el Gobierno y el Ejército para prepararse ante posibles represalias. El Ejecutivo taiwanés confirma que “no hay registro de exportaciones directas al Líbano”.
Y es que no se puede exportar al Líbano todo tipo de tecnologías. Hezbolá está considerado por Estados Unidos y la Unión Europea como una organización terrorista. Es decir, no se pueden exportar armas. El problema es que en este tipo de ataques se realizan con tecnologías de doble uso. Los 'buscas' tienen un uso militar pero también para que la población -que vive sin coberturas telefónicas- puedan estar comunicadas. Por eso, se pueden exportar este tipo de productos de forma controlada.
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