Cinco misiles israelíes han impactado en tiendas de campañas de Jan Yunis, una zona humanitaria de la Franja de Gaza. Según informa Laura de Chiclana, se han podido recuperar e identificar 19 cuerpos y más de 60 heridos, aunque se teme que haya más víctimas mortales. Varios rescatistas desentierran con sus propias manos para buscar a los atrapados. Mientras Israel intenta ocultar los ataques en Cisjordania, sostiene que este bombardeo se hizo porque había militantes de Hamás en la zona.
Las imágenes han mostrado una vez más la masacre que ha ocurrido en una zona declarada humanitaria por Israel. Se trata de la playas de Al Mawasi, donde los desplazados habían instalado tiendas de campañas para huir de la guerra. En la zona, se teme que haya familias enteras enterradas bajo los profundos agujeros de los misiles.
En un campamento de desplazados -cerca de Jan Junis, en el sur de Gaza- se pueden ver profundos cráteres y tiendas de campañas enterradas bajo la arena. Tal y como han informado las fuentes gazatíes, este último ataque israelí ha dejado decenas de palestinos muertos. “La explosión creó un gran cráter y un incendio. Los cuerpos y las tiendas de campaña se mezclaron en la arena y hay varias personas desaparecidas”, relataron los servicios de Defensa Civil del enclave.
El Ejército de Israel afirma que el objetivo eran tres terroristas de alto rango de Hamás que operaban en la zona y que participaron en los ataques del siete de octubre. Pero Hamás asegura que no había ningún militante allí y califica las acusaciones de "mentira descarada". “Confirmamos que las acusaciones del Ejército de ocupación fascista de que había miembros de la resistencia en el lugar del ataque es una mentira descarada, con la que busca justificar estos crímenes atroces”, dijo en un comunicado.
Para los palestinos, es imposible mantenerse a salvo. Uno de los desplazados -que ha perdido a su hija- relata que estaban durmiendo cuando se produjo el ataque y que se suponía que era una zona segura. “¿A dónde deberíamos ir? Nos dijeron que nos desplazáramos y lo hicimos. A dónde vamos a ir ahora”, subraya una mujer con las lágrimas en los ojos. Este ataque, perpetrado por Israel, es el cuarto desde el pasado mes de julio contra la zona segura en Gaza.
Las fuerzas armadas designaron una “zona humanitaria” que abarca territorios de Mawasi y Jan Yunis, en el sur de Gaza, y Deir al Balah, en el centro. Poco a poco, se ha ido reduciendo su perímetro con el argumento de que los milicianos de Hamás usan estos lugares para atacar a sus tropas. Según los Convenios de Ginebra, tener sospechas de una supuesta presencia de terroristas no exime al Ejército de proteger al resto de la población. Desde octubre, más de 41.000 palestinos han muerto y casi 95.000 han resultado heridos en el asediado territorio palestino. Sin esperanzas y con el terror en sus miradas, siguen buscando un lugar seguro 11 meses después del inicio de la guerra. Una realidad que, para ellos, parece cada vez más lejana.
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