Miles de personas han decidido plantar cara a la extrema derecha en Reino Unido. , han salido a las calles para protestar de forma pacífica en distintas ciudades. Según informan Daniel Postico y Ana Lorenzo en Noticias Cuatro, la Policía y los manifestantes han salido a la calle por toda Gran Bretaña, después de una semana de protestas violentas y conflictos raciales. Desde la masacre de Southport, hay más de 400 detenidos, por lo que el Gobierno ha creado un “ejército permanente” de 6.000 policías para frenar la violencia.
Musulmanes, antifascistas, sindicalistas y organizaciones de izquierdas han protestado y piden el cese de la violencia racial en las calles. La macroprotesta comenzó el 7 de agosto, cuando decenas de miles de ciudadanos salieron en muchos lugares de forma espontánea para reunirse en los puntos que habían sido señalados por la ultraderecha. Se trata principalmente de centros de inmigración para así protegerlos.
Los manifestantes coreaban proclamas antifascistas, antirracistas y a favor de la inmigración. Ellos demostraron que eran muy superiores en número y que estaban muy unidos. Todavía es demasiado pronto para saber si las contramanifestaciones fueron definitivas o se prolongarán en el tiempo.
Al grito de “paremos al fascismo ahora”, con carteles en los que se puede leer: “Cambiamos racistas por refugiados” o “Los inmigrantes son bienvenidos”, y decididos a tomar las calles contra la extrema derecha; miles de manifestantes se concentraban entre un gran despliegue policial en distintas localidades de Reino Unido. Una manifestante comenta: “Hay que tomar partido o (los fascistas) se saldrán con la suya. Lo que está pasando está mal y hay que decirlo”.
Ante el temor a posibles enfrentamientos, muchas tiendas eran selladas con tablones y miles de policías eran desplegados. En los días precedentes se produjeron fuertes disturbios contra la inmigración, los cuales sacudieron todo el país. Los contramanifestantes se plantan pacíficamente contra la violencia de la extrema derecha. Un manifestante expresa: “Es importante estar aquí porque los racistas, a raíz de los asesinatos de Southport, aprovecharon para intentar atacar a los solicitantes de asilo y a los refugiados”.
Todo el conflicto estalló hace 11 días, tras el asesinato de tres niñas en Southport, cuando se extendió el bulo de que el culpable era un solicitante de asilo, lo que provocó los peores disturbios en una década. Yvette Cooper, ministra británica de interior, agradeció a través de la red ‘X’ “a todos los agentes de policía que trabajaron esta noche para proteger y apoyar a las comunidades locales”.
La Policía ha estado en alerta por una posible noche de violencia tras circular por internet 30 centros de inmigración ante los que grupos de ultraderecha planeaban manifestarse. Keir Starmer, primer ministro británico, advirtió el 6 de agosto de que las fuerzas del orden tomarían “las medidas que sean necesarias” para controlar una nueva ola de disturbios y que se aplicaría todo el peso de la ley contra los responsables.
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