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Las elecciones que se celebran en Venezuela pueden llevar al fin del chavismo en el país. Un régimen el bolivariano que surgió hace más de 25 años y que ha sobrevivido más de una década tras la muerte de su fundador en una Venezuela inmersa en una profunda crisis económica y política.
La llegada de Hugo Chávez al poder supuso un antes y un después en la historia de Venezuela. Ese después que ya dura más de 25 años se llama chavismo, una ideología política de índole socialista, revolucionaria y bolivariana surgida del culto a la figura del expresidente Hugo Chávez.
Una figura cuya primera aparición frente al mundo en 1992 fue para decir que el golpe de estado del que participó había fracasado. Seis años después y tras pasar dos en prisión, ganaba las elecciones y se convertía en presidente. Durante sus primeros años de Gobierno, Chávez se ganó el respaldo del pueblo debido a los ambiciosos programas sociales que pudo llevar a cabo gracias a la bonanza del precio del petróleo, un dinero que el gobierno venezolano usaba cono si fuese una tarjeta de crédito.
Desde el poder Ejecutivo, el chavismo reformó la Constitución y creó la Asamblea Nacional Constituyente, un nuevo órgano para hacerse con el poder legislativo relegando así al Congreso y al Senado a un segundo plano. Más tarde, el chavismo aumentó el número de jueces para controlar el Tribunal Supremo. Pocos meses después, llegó un golpe de estado contra el Gobierno que tan solo duró dos días porque Hugo Chávez seguía contando con el respaldo del pueblo.
Su discurso: Venezuela en el mapa internacional. Nadie pudo silenciar su retórica. Tan solo la enfermedad consiguió apartarle del poder. Chávez nombró al sindicalista Nicolás Maduro, como su sucesor, que se venció en unas elecciones del año 2013 por un estrecho margen. Con Maduro en el poder, Venezuela experimentó un grave deterioro tanto democrático como económico.
La bonaza petrolera se acabó, la corrupción, la inseguridad y la miseria se dispararon. Hoy, más de la mitad de los venezolanos viven bajo el umbral de la pobreza. Sin embargo, Maduro ha sobrevivido a todo: críticas, investigaciones internacionales, protestas masivas, atentados e incluso a gobiernos paralelos como el de Guaidó.
Ahora una oposición más unida que nunca y a la que las encuestas le dan una amplia ventaja en los sondeos de intención de voto, intentará acabar con el chavismo de la misma manera que como llegó al poder: a través de las urnas.
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