Este domingo se celebran las elecciones en Venezuela. Una delegación del Partido Popular ha partido rumbo a Caracas para asistir a los comicios. El problema es que el Gobierno de Nicolás Maduro les ha advertido de que no les van a dejar entrar y la delegación de los populares ha avisado de que culparán a José Luis Rodríguez Zapatero si los detienen o los expulsan del país.
“Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre”, estas fueron las palabras de advertencia de Maduro, quien pronunció hace un par de días un discurso que ha provocado que se desmarquen de las elecciones: el presidente de Brasil, Lula Da Silva; el homólogo de Colombia, Gustavo Pedro; el jefe del Ejecutivo de Chile, Gabriel Boric y la izquierda argentina.
El expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, lidera la misión de observadores de la izquierda sudamericana, encargados de vigilar la limpieza de las elecciones en Venezuela. Junto a él, están los exjefes del Ejecutivo de Colombia, Panamá y República Dominicana. “Si somos detenidos o expulsados, reclamaremos la presencia del jefe de observadores de Manudo, José Luis Rodríguez Zapatero, ya está avisado”, advierte Esteban González Pons, vicesecretario general del Partido Popular de España.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se reunió el miércoles con los líderes opositores venezolanos. Así, llamó a la líder que está detrás de la oposición, María Corina Machado, para trasladarse su apoyo. Los populares están invitados por la opositora al régimen, pero el miércoles recibieron una carta de la viceministra para Europa de Maduro, Coromoto Godoy, invitándoles a no viajar a Venezuela. La respuesta de la delegación de los populares ha sido plantarse en Caracas esta noche.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el candidato opositor, Edmundo González, han cerrado las campañas electorales ante un baño de masas. Y lo han hecho prometiendo una victoria en las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo domingo. "Hemos constituido una nueva mayoría política, social y cultural que se va a expresar el domingo 28 de julio con una gran victoria", ha asegurado Maduro en su acto que se ha celebrado en la avenida Bolívar de Caracas, la capital del país.
"No pudieron con nosotros ni podrán jamás y el domingo se lo vamos a demostrar a los fascistas y al imperialismo. Vencimos el desabastecimiento producto de la guerra económica. (...) Luego de 930 sanciones, aún Venezuela está de pie. Hay crecimiento y prosperidad económica. Pero para eso hace falta la paz, la unión y la estabilidad", ha añadido el jefe del Ejecutivo. Mientras, el opositor Edmundo González ha afirmado que “falta poco para la reconstrucción institucional”.
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