En Francia se preparan para la segunda vuelta de las elecciones legislativas que se celebrará el próximo domingo 7 de julio. Los candidatos que han quedado en tercer lugar, los que ya saben que tienen pocas alternativas de ganar, se retiran. En la coalición de Emmanuel Macron lo han hecho 82 candidatos y en la del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, 130. Según informan Laia Forés y Ana Lorenzo en el vídeo, el objetivo es unificar el voto y frenar a la extrema derecha de Le Pen.
El martes por la tarde, el diario francés Le Monde ha contabilizado 218 retiradas, de las cuales 130 de la izquierda y 82 del campo presidencial, bajo la etiqueta Ensemble. Además, se retiraron 2 candidatos de los republicanos (LR) y 3 de RN.
Jordan Bardella, el delfín de Le Pen que aspira a ser primer ministro de Francia, calificaba de "alianza deshonrosa" el cordón sanitario para frenar a la extrema derecha en la segunda ronda de las legislativas, tras su victoria en la primera.
El bloque de izquierda ha anunciado la retirada de sus candidatos en las circunscripciones en las que quedaron terceros, para aglutinar el voto en torno a otro candidato mejor posicionado para vencer a la extrema derecha. El partido de Macron también ha insistido en impedir que esta consiga la mayoría absoluta, algo que no ha conseguido del todo.
Los partidos que integran el Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierdas en Francia han acusado al partido del presidente, Emmanuel Macron, de incurrir en contradicciones que terminarán por favorecer a la ultraderecha en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, después de que destacados candidatos hayan desoído la consigna oficial de retirarse en las denominadas 'triangulaciones'.
El coordinador de La Francia Insumisa (LFI), Manuel Bompard, ha afirmado este martes en una entrevista a BFM TV y RMC que su partido ha retirado "entre 40 y 50 candidatos" y, en cambio, ha acusado a la mayoría presidencial de "poner en peligro los resultados del domingo" por su falta de "claridad".
El actual primer ministro, Gabriel Attal, que aspira a la reelección, insistió el lunes por la noche en que una mayoría absoluta del partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella sería "catastrófica", si bien los últimos días han evidenciado los pulsos internos que se libran también dentro de Juntos.
La ministra Dominique Faure ha anunciado este martes que se retira en su circunscripción por "responsabilidad", después de que así se lo solicitasen Macron y Attal y pese a que menos de 24 horas antes había amenazado con llegar "hasta el final".
Otra candidata afín a Macron que se resiste a claudicar, Anne-Laurence Petel, ha denunciado un "acoso digital" por parte de La Francia Insumisa, partido al que muchos en el frente macronista catalogan de extrema izquierda, equiparándolo por tanto a Agrupación Nacional en cuanto a riesgos.
Sin embargo, el secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure, ha apuntado en redes sociales que los argumentos de Petel son "ridículos" porque, en el caso de su circunscripción, el candidato con más opciones frente a la ultraderecha no es de LFI sino socialista.
Raphaël Glucksmann, eurodiputado francés se hace la pregunta: “¿Queremos que el país de (Victor) Hugo, de (Emile) Zola, de Voltaire, esté dirigido por la familia Le Pen?”.
En el lado de la derecha, entretanto, avanzan hacia lo que confían que sea una nueva victoria, si bien Le Pen ha vuelto a dejar claro en France Inter que Bardella no será primer ministro si no cuenta con mayoría absoluta.
La excandidata presidencial, elegida ya como diputada de la Asamblea Nacional en primera vuelta, ha acusado a Macron de maniobrar en previsión de un previsible gobierno de derechas, perpetrando lo que ha denominado "un golpe de Estado administrativo".
Con estos términos se ha referido a supuestos movimientos del presidente para designar varios altos cargos ahora que controla también el Gobierno, una tesis que Le Pen ha dicho conocer por "rumores". Entre los puestos que estarían en liza, según Le Pen, figuran varios vinculados a las fuerzas de seguridad.
Horas más tarde, el Elíseo ha respondido a estas acusaciones recordando que "durante 66 años ha habido nombramientos y movimientos cada semana" en la Administración gala, "especialmente en verano" e "independientemente de los momentos políticos" por los que atraviese el país.
Solo 76 diputados consiguieron salir electos en primera ronda, el resto de los 577, están en juego el próximo domingo, crucial para saber si Francia tendrá un primer ministro de extrema derecha.