La campaña para las elecciones europeas ha comenzado con un dato peculiar: la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen dice que pactará con la ultraderecha si es necesario. Y es que es innegable que los populismos y la polarización se están extendiendo, sobre todo en ciertos países. Aunque la familia de la ultraderecha europea también tiene sus diferencias en temas clave como la guerra de Ucrania.
La religión, la economía y el conflicto entre Rusia y Ucrania son los tres puntos en los que más discrepa la ultraderecha europea. En Noticias Cuatro, repasamos las diferencias y las similitudes de esta corriente.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha declarado que el partido de Giorgia Meloni no le parece “homologable a otros partidos que se consideran de extrema derecha en Europa”. Pero vamos a analizar qué les une a la ultraderecha europea: son ultranacionalistas y antiglobalistas: su territorio, su bandera y sus costumbres son intocables. Esto los lleva a mantener un discurso antinmigración. Y, aunque no son negacionistas del cambio climático, todos muestran discrepancias con las políticas verdes de la Unión Europea.
Si nos centramos en sus diferencias, podemos destacar su postura frente a la guerra de Ucrania. Algunos, como Víktor Orban -primer ministro de Hungría- son pro-Putin y otros como Giorgia Meloni -del partido Hermanos de Italia- apoyan el discurso de Europa en la defensa de Volodímir Zelenski. En la religión se dividen en dos corrientes: los ultracristianos, donde hallamos a los húngaros, y laicos, donde se sitúan los suecos, los holandeses o Marine Le Pen en Francia. Y lo mismo ocurre con la economía, están los liberales en los Países Bajos y los proteccionistas como la Agrupación Nacional de Le Pen.