Donald Trump acude al distrito del Bronx en busca del voto de los latinos, tradicionalmente demócratas. El candidato a la presidencia de Estados Unidos -que lanzó su propia línea de zapatillas- intenta jugar la baza de la inseguridad para ganar su apoyo en medio de sus casos judiciales. Según informa Mamen Sala, los comerciantes se arman ante el temor del aumento de la delincuencia.
“Los jabones son los productos que más les gusta robar porque son los más fáciles de vender y obtener el dinero de forma rápida”, explica Radhamés Rodríguez, presidente de la Asociación Bodegueros de Nueva York y propietario de tres negocios en el Bronx. Los delincuentes roban una vez al día a pesar de las cámaras de seguridad.
Radhamés Rodríguez confiesa que la delincuencia ha empeorado en el barrio. “Antes teníamos un bate para defendernos, pero ahora la situación se ha vuelto más difícil y ya uno recurre a las armas”, añade. Él consiguió la licencia hace un año y, desde entonces, va armado: “No solo protegemos el negocio, también nuestras vidas”.
Rodríguez acudió a Johnny Núñez, un policía retirado de Nueva York, para conseguir la licencia de armas. “Muchos se han sentido amenazados caminando por el vecindario. Los chóferes son otra de las profesiones más peligrosas”, apunta. Y es que si los robos no superan los 920 euros, no pisan la cárcel. La gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, ya ha anunciado un plan antirrobo de casi 19 millones de euros. El objetivo es aplicar mayores sanciones a los ladrones y mano dura para los que quieren revender los productos. Aunque no saldrá hasta 2025.