La tensión dentro del pabellón donde se celebra el festival de Eurovisión ha sido patente con los gritos y abucheos contra la representante israelí. Pero también se han vivido protestas fuera del Malmö Arena, las calles de la ciudad sueca se han llenado de miles de manifestantes pidiendo la descalificación de Israel. Algo que parecía evidente que iba a suceder. Malmö es una ciudad singular en cuanto a inmigración y en los últimos años se han incrementado los incidentes de corte antisemita.
Malmö es la tercera ciudad más grande de Suecia y en ella vive mucha población musulmana. De hecho, junto a Marsella, en Francia, Malmö es la ciudad europea con más musulmanes, el 20% de toda su población. Hay barrios que este porcentaje alcanza el 80%. En comparación con otras ciudades europeas, en Londres la población musulmana supone el 8% y en Barcelona el 6’5%.
Desde hace medio siglo Malmö ha sido un ejemplo de integración, pero en los últimos años se han incrementado los incidentes de corte antisemita. La prensa internacional, de hecho, llevaba semanas advirtiendo de que iba a ocurrir todo lo que está pasando en torno a la representante israelí en Eurovisión.
Malmö se ha convertido en una de las ciudades europeas antiisraelíes por excelencia, considerada por muchos el mayor bastión propalestino en Europa. En la ciudad sueca llegó a haber celebraciones por el ataque de Hamás contra Israel del pasado 7 de octubre.
El sentimiento antisemita viene gestándose y expresándose en Malmö desde hace años. En 2009, la final de la copa Davis entre Suecia e Israel tuvo que celebrarse a puerta cerrada para evitar enfrentamientos, lo que provocó la ira de los antiisraelíes.
Una ira que podría estar creciendo también entre la población musulmana por razones políticas. Desde hace dos años Suecia tiene un gobierno de coalición con la ultraderecha, un partido cuyo lema en la campaña de 2022 fue frenar la inmigración.